Lujo y pobreza
Curaduría por Antonio Corrales

Antonio Corrales Santiago Guzzi.jpgFascinados por el lujo, las personas con pocos recursos, quieren, en la medida de sus posibilidades, o a veces “por encima de ellas”, hacer cosas extraordinarias, darse regalos, disfrutar de lujos o lujitos ocasionales, vivir momentos especiales, crear sensaciones nuevas en sus vidas, salir de la miserable rutina en que viven, aunque sea por un rato, y nos cueste un tiempo pagarlo…

Se piensa que imitando a los “ricos” o a los famosos, se conseguirá el placer y en última instancia, la proverbial felicidad, ¿pero de verdad te gusta el caviar?

Queremos poseer objetos (más o menos exclusivos). Influidos por modas o reclamos comerciales perseguimos deseos ajenos a nosotros, fuera de nuestro ámbito. Compramos cosas que no estamos seguros de saber usar, y menos de poder disfrutar, engañados por el sistema consumista, nos hipotecamos, entramos en la oscura cueva de los deseos, de la que difícilmente se sale.

Para los ricos el lujo es algo habitual y cotidiano, aunque el verdadero lujo para un rico, cuando de verdad disfruta, es tener sin pagar, creo que eso les encanta, de ahí el dicho: “el que tiene es porque no gasta”. Sin embargo, los poco pudientes gozan de gastar su poco dinero, de invitar a los amigos (y a los rivales), el orgullo de pagar por lo que adquieren.

Mi propuesta es hacer una reflexión (fotográfica) acerca de este tema dándole la visión que cada cual crea conveniente:

El lujo de los pobres.
 El lujo y el engaño, lujo-ficción, lujo y mentira.
 Lujuria. 
Lo extraordinario, lo que no es de tu nivel, lo inhabitual por lo alto…
 Significados de El Lujo.
Incluso Lujo y humildad (hay un hotel de chabolas en Sudáfrica, para ricos).
 Lujo compartido o regalado, no egoísta. 
El lujo de no usar, poseer algo que no sirve para nada, inútil, “de lujo”. 
Lujitos (caprichos) y lujazos (por una vez…). 
Hacer lo que no hacen los de tu clase, salirse, distinguirse, exhibirse codeándose con otros “superiores”.
Excentricidades…
 Lujo y economía. Lujo sin dinero. ¿Sólo el dinero proporciona lujo? 
Lujo como desprecio, deshacerse de cosas buenas, ir sobrado, rechazar lo que para otros sería una necesidad (o un lujo).
 Lujo revertido, echar de menos lo cotidiano: “Mi casaaa…” harto de hoteles de lujo, no sé si le pasará a alguien.