El 30 de Noviembre de 1990 Nieves Correa pasó cuarenta y ocho horas encerrada en la galería de arte Valgamedios dirigida entonces por Tomás Ruiz-Rivas, junto con otros cinco artistas: Santiago Salvador, Mariano Sierra, Nacho Muñumer, Gabriel Díaz Amunarriz, y el propio galerista Tomás Ruiz-Rivas. El objetivo de este encierro era dar forma a una discusión sobre los contenidos de los espacios artísticos, tanto de creación como de exposición. El desarrollo de este acontecimiento fue un proceso interno que dificultaba la materialización y comunicación de los resultados teniendo en cuenta que el encierro era un procedimiento íntimo que prescindía de todo espectador tanto de su presencia como de su participación, a diferencia de Is Art to Question the Art? donde el público tenía la posibilidad de formar parte de la acción.

La reiteración de una acción relacionada con un acto cotidiano dentro del ámbito del juego, como es la tirada de un dado, se convierte en el vehículo para «analizar las relaciones entre azar y necesidad»