Máximo esfuerzo, mínimo resultado, o como hacer esfuerzos sobrehumanos para obtener resultados mínimos. Esta performance es la presentación de un entrenamiento físico creado a partir del poema homónimo del poeta rumano Ghérasim Luca. El objetivo es situar, sin dramatismo, las nociones metafísicas contenidas en el poema (vida, muerte, angustia, vacío, ideas, temblores) a través de la repetición de un ejercicio físico y sonoro. El poeta aporta lo meta, y los performers lo físico. Esta obra es la primera de un proyecto más amplio titulado La conquista de lo inútil, que consiste en insistir en aquello que normalmente no es considerado importante, eficaz y rentable.

(Del texto de presentación de la obra).

Cuarto de hora metafísico se hace por primera vez en el centro cultural La Alhóndiga/Azkuna Zentroa de Bilbao, dentro del Festival de nuevas formas escénicas 3, 2, 1. La obra estaba todavía en proceso de construcción y su presentación en forma de taller que se hacía público el último día heredaba los formatos de trabajo de los Psicodramas, especialmente El crómlech, que había sido su última creación. En la nueva producción, incluida ya dentro de una serie distinta, La conquista de lo inútil, se convoca al público para presentarle el proyecto e invitarle a participar en los talleres que tendrían lugar a lo largo de varios días. El objetivo era que el público pudiera aprender la tabla de ejercicios desarrollada en relación al poema de Ghérasim Luca, uno de los referentes de la poesía sonora en el París de los años sesenta. A lo largo del poema del que la pieza recibe su título, la vida, la muerte, las ideas, las angustias y los miedos se ponen en relación a partir de una detallada relación de movimientos. Para su gira posterior la obra adquiere otro formato. Se le añade una introducción a base de imágenes tomadas de televisión aparentemente al azar que Óscar Gómez y Esperanza López van comentando con ideas igualmente inconexas acerca del sentido de lo que se hace, la política y Europa, no exenta de referencias humorísticas que interrumpen continuamente el discurso. Posteriormente se le cuenta el proyecto al público ilustrándolo con proyecciones donde se muestra a los habitantes de Ginebra realizando la tabla de ejercicios como parte de su rutina diaria. Finalmente realizan ellos la serie completa, acompañados por representantes de algún colectivo local de carácter social con el que han trabajado previamente. Al final de la tabla los invitados le cuentan al público en qué consiste su actividad. La obra pierde el carácter abierto que tenía todavía cuando estaba en proceso de creación para centrarse en un grupo social específico. Siguiendo la dinámica de los Psicodramas, la performance se presenta como una herramienta que se entrega a unos usuarios específicos para ayudarles a confrontarse con algún tipo de problema, que en este caso se concreta en la actividad que realizan los colectivos a los que se invita. El trabajo artístico, que nace con una clara vocación social que no deja de confrontarse, sin embargo, con la idea de inutilidad, se termina diluyendo en un espacio social de encuentro.

Óscar Cornago