No habrá trajes teatrales, ni ritmos bucólicos en salones familiares. Ni trastos que denoten un tiempo campestre. La acción se desarrollará en la ya vieja y golpeada escenografía de Mujeres soñaron caballos. Quitando elementos hasta llegar a una expresión mínima, Espña a una mujer que se mata, versión de Tío Vania acaba sedimentando algunas cuestiones de orden universal: el alcohol, el amor por la naturaleza, los animales toscos y la búsqueda de la verdad a través del arte, Dios, Stanislavski y Genet.
(Daniel Veronese)