«Desde diversas paradojas, Silvia Zayas construye un documental íntimo sobre las distintas colonizaciones y sus causas en la isla de São Tomé: por un lado, la colonización portuguesa, con la esclavitud de sus habitantes unida a la exportación de azúcar y cacao; y por otro lado, la americana, con la explotación de los intercambios de petróleo que existen en sus aguas. Para hablar de estos temas, toma como referencia dos personajes: Pêro Escobar, el conquistador portugués, y Elvis Presley, el cantante americano que curiosamente ha sido representado en distintos sellos temáticos de la actual República Democrática de São Tomé y Príncipe.

Desde una perspectiva y experiencia personal, Silvia Zayas comienza hablando sobre la polisemia de la palabra ‘gravedad’, y más adelante, la palabra ‘estrato’/ ‘capa’.

La primera inclinación del plano con el que se resuelve la mayor parte de la película  es un guiño a la inclinación de las grabaciones realizadas por su madre durante su visita a la isla en 2011 (…).

En primer lugar, la experiencia familiar de su madre Isabel María Serra que había residido en São Tomé en los sesenta y el punto de vista doméstico (acompañada de sus declaraciones y películas familiares en 8mm).

Y, en segundo lugar, los dos personajes son representativos de dos poderes colonizadores: Portugal y Estados Unidos, el primero activamente hasta 1975 y desde entonces, económicamente el segundo.

Con un trasfondo crítico, Silvia Zayas usa un formato anecdótico y lúdico para tratar sobre asuntos íntimos y políticos. Un documental en el que los artificios de su construcción no están ocultos, sino que resaltados para establecer una posición analítica. Las conexiones entre las múltiples referencias que usa, parecen estar desordenadas, colocadas de manera caprichosa y precaria, evitando la presentación mecánica habitual. Mediante la paradoja y el humor, la artista desarrolla una historia al margen del lenguaje mediático normalizado que permite al espectador rellenar sus vacíos con su propia conciencia”.

(Escrito por Carlos Trigueros para Hamaca)