Se dan al público unos auriculares inalámbricos con 3 canales. Se le invita a entrar en la sala. Suena La consagración de la primavera de Igor Stravinsky, uno de los ballets más importantes del siglo pasado, del que Pina Bausch hizo en 1975 una versión histórica. Se escuchan diversas voces. En cada canal algo diferente. Voces en paralelo que divergen y se entrecruzan. Los espectadores son protagonistas del espectáculo que es a la vez un juego y una coreografía.
El espectáculo se puede desarrollar tanto en una sala cerrada como al aire libre. No se precisan butacas. El público asiste a la representación estando de pie. Dado que el público es el único actor del espectáculo, el tamaño de la sala determinará el número de espectadores que puedan asistir a la función. Calculamos que cada espectador necesita de 3m2, así pues una sala de 300m2 permite un aforo de 100 personas. La sala puede no ser un teatro.