A cada sesión asistirán 40 personas que disfrutarán una cena completa dispuesta en un orden y contenido específicos según la sensibilidad propia de la ciencia gastronómica. Esta cena estará rodeada por la preparación misma de la comida a cargo del chef profesional Santiago Solari que ejecutará el acto de cocinar en vivo. La idea es mostrar todo el proceso de la comida, en algunos casos desde el acto violento de la muerte hasta el arte en la mesa, todo esto dentro de un manejo del tiempo y del orden que genere una transformación, un cambio de estado, una actitud favorable hacia la apertura de los sentidos.
La bailarina Karine Aguirre desarrollará al mismo tiempo una serie de acciones a partir de su cuerpo y la relación con la comida, improvisando sobre la base de temas relacionados a la situación. La música, especialmente compuesta para la cena por «Cherman», complementará la atmósfera junto al tratamiento del color diseñado a través de la luz y video.
El cuerpo que transita por este ritual de comida, es el eje encargado de transmitir el concepto de esta propuesta,»la recuperación de la real y tangible comunicación, en este caso a través de la mesa compartida, comunión, equidad y reciprocidad». Entre toda esta estructura coreográfica de cocina el cuerpo es parte de estos elementos, transita y es metáfora de cuerpo vivo – alimento, (metáfora de Cristo en la última cena) vida – muerte, permanencia, subsistencia, resurrección. El hablara desde sus acciones e intervenciones realizadas en este ambiente, sin perturbar a los comensales, pero si intentando suscitar en ellos sensaciones y reflexiones sobre lo que presencian, sienten y viven en ese momento de transformación, de sentidos estimulados.