Sucede que para la acción artística así como para la acción política, se requiere de ejercicios de conspiración, es decir de respiraciones conjuntas para que un nuevo flujo de posibilidades se produzca: abra grietas y siembre ideas que, a su vez, fecunden nuevos territorios físicos y/o subjetivos. El año pasado, en Ciudad de México asistí a la configuración y muestra de una de las versiones de los Homenajes Desobedientes, una especie de dispositivo mutante concebido por la artista valenciana afincada en París, Paula Valero, generado desde fundamentos de la instalación performática, algunos resortes del pensamiento coreográfico, ejercicios cartográficos, la indagación en la dimensión vocálica, la reflexión desde y sobre el espacio público, la dramaturgia colectiva y la interrogación sobre la comunidad y la puesta en común, por mencionar algunos componentes que pude detectar en él. Lo ha creado como una manera de rendir tributo a una persona o grupo/colectivo que por su insurgencia ha puesto a temblar ciertas tiranías que oprimen la existencia, desde su interrogación estructural.
Foto: Andrea Calderón
>Continuar leyendo: Bertha Díaz, «Desobediencias artísticas para visibilizar a quienes insisten en la vida.» Revista Sycorax. N.3. abril de 2020.