Performance/Arte Acción como experiencia transformadora

Me considero una artista multidisciplinaria que desde 1990 desarrolla su trabajo dentro de los lenguajes del performance / arte acción, instalación y pintura.

El performance parte de un lenguaje simbólico-conceptual que me permite explorar recursos diferentes al lenguaje de la pintura. Su diferencia radica en que el soporte de este tipo de arte es el propio artista, su cuerpo y las acciones que surgen de él, o bien, en donde el artista involucra otras personas omitiendo su presencia, para darle sentido y fuerza a un determinado concepto.

Desde mi trabajo con 19 CONCRETO, y después de manera individual, observé la posibilidad de contacto que se puede tener con el espectador. El artista dota a la situación de un grado de confrontación que llega a las personas, que a su vez lo nutren en una relación circular. Esta es una de las riquezas que percibo al realizar un performance, así como el proceso de conceptualización, producción y concreción que al ser recibido por los espectadores provoca su participación o su observación reflexiva.

19 CONCRETO fue el grupo al que pertenecí a lo largo de 6 años de trabajo como miembro fundador junto con Fernando de Alba, Luis Barbosa, Víctor Martínez, Ulises Mora, Roberto de la Torre y Alejandro Sánchez. Comenzamos en 1990 y nos convertimos en un grupo propositivo durante casi una década.

Realizamos aproximadamente 30 obras, y ninguno abandonó su trabajo artístico personal que comprendía la instalación, la pintura, el grabado y el dibujo.

Desde el punto de vista de nuestra propuesta pretendíamos que cada parte de una obra estuviera perfectamente planeada, en donde ningún miembro se distinguía como individuo separado del grupo. La ironía se convirtió en una concepción medular de las obras, nos interesó enfatizar ciertos absurdos de la sociedad con rasgos de humor negro que pretendían hacer reflexionar al público.

Como amigos, nuestra relación estuvo llena de vivencias en donde nos conocimos profundamente. En 1996 la necesidad de llevar a cabo los proyectos individuales desintegró el trabajo en conjunto.

En lo personal, realizar «acciones» me lleva a contactar con sentimientos encontrados. Por un lado al trabajar en una obra me involucro profundamente, me contacto con el tema, trabajo con los objetos que incorporo y busco aclarar mis intenciones. Posteriormente, reflexiono sobre lo acontecido ya que cada situación aporta nuevos conocimientos para el desarrollo de futuras acciones. Cada obra realizada me ha llevado a revisar las ideas que en general se tienen sobre el éxito y el fracaso, ya que me parece más interesante y propositivo pensar en procesos de vida a partir de la experiencia lo que me lleva a comprender la obra realizada como un fenómeno en continuo cambio y movimiento.

Por otro lado en el performance me he contactado con las partes más oscuras de mi personalidad. Desde ese punto de vista se convierten en vivencias muy intensas ya que se trabaja con el ser mismo, el estado psicológico y emocional, así, en más de una ocasión al terminar alguna pieza me he sentido absolutamente abierta, lo que me ha llevado en ocasiones a «romper en llanto».

Después de esto, considero que el motor de mi estudio es el ser humano, su desarrollo y capacidad de trasformación. Aquí radica la razón de mi búsqueda que se constituye en el intento por la libertad, entendida como la comprensión individual en donde hay empatía con el otro.

Con esta idea observo el contacto con todo lo que hago como un proceso de búsqueda y encuentro, de autoconocimiento, no desde una perspectiva autocentrada sino desde una visión que enriquece mi entorno a partir del propio desarrollo. Considero que en el perfeccionamiento del individuo se estructura el verdadero mejoramiento social.

Desde este punto de vista he encontrado una posibilidad de exploración conceptual, así como la experimentación de diversos materiales y recursos. La música, la iluminación o el silencio, son elementos de una propuesta estética en donde las ideas se unen para crear un gusto por la belleza del espacio y la limpieza en la realización de las acciones. En ocasiones los diversos objetos y materiales como el peluche, espejos, textos, alimentos me ayudan a construir la comunicación por medio de recursos simbólicos. Me ha interesado proponer situaciones individuales que finalmente son colectivas, tratar temas que me parece importante integrar en uno, como la fragilidad y la fortaleza, el miedo y el valor, el deseo de transformación y la gran dificultad que esto conlleva. Así, trato que el público se vea a sí mismo en las acciones que llevo a cabo. Para mí es un dialogo con el espectador a través de acciones que provocan un eco en ellos, como por ejemplo, en la obra Atravesando la línea que llevé a cabo en el Palacio de los Deportes en el 2000 dentro del festival «Jóvenes hacia el tercer milenio» utilicé la música instrumental de La vida en rosa que contrastó con la acción de caminar en un espacio obstaculizado por tres troncos de árbol en los que coloqué los siguientes textos: ME ENGAÑO, MIEDO DEL MIEDO, Y LA VIDA SE EXTIENDE AL INFINITO. Propuse interactuar con dos conductas aparentemente opuestas, lo femenino y lo masculino para conciliar a ambas en mi persona. En este caso el performance fue una herramienta crítica al retomar la reflexión que sobre el ser mujer y el ser hombre se tiene actualmente, sacudir al público para que identifique a la mujer como sujeto transformador de su entorno y no sólo vista en términos de su naturaleza sexual y reproductiva. En esta pieza la intervención de mi cuerpo físico me ayudó a eliminar los obstáculos que atravesaban mi recorrido utilizando para este fin una motosierra. Al final un montacargas me ayudó a retirar el último tronco.

En algunas piezas he usado herramientas eléctricas para enfatizar la destrucción y construcción para investigar la posibilidad de modificar nuestra vida en un esfuerzo que implica ambos procesos. Si es importante para determinada acción, exalto la belleza del cuerpo femenino en contraste con herramientas como caladora, taladro o motosierra. Considero que el concepto de lo «femenino» – como construcción masculina – se rompe al usar herramientas manipuladas habitualmente por hombres.

Otra exploración importante para mí es la calle. En este contexto he llevado a cabo acciones en donde el peatón se convierte en el espectador involuntario, por lo mismo, su lógica se ve sorprendida al romper la cotidianidad, esto hace que las personas se lleven una experiencia o reflexión en su mente por un tiempo.

Finalmente, el performance ha sido relevante en mi vida de una manera constructiva y destructiva que a fin de cuentas ha sido integradora. Gracias a este lenguaje he comprendido cosas que de otra manera hubiera tardado años en comprender, he explorado estados de mucha intensidad, belleza y dolor, vivenciado situaciones de profunda riqueza personal y contactado con posiciones de gran desventaja y sufrimiento social. El arte me permite quedarme sin piso, percibir de una manera más amplia y concebir la vida en continúa transformación.

Fuente: ALCÁZAR, Josefina (comp.), Lorena Orozco, CDrom, Serie Documental de Performance «Mujeres en Acción», Conaculta-Fonca, Ex Teresa, Citru, México, 2006.

Otras obras

  • Homenaje a Arthur Rimbaud, 1991
  • Centro de admisión de obra, 1992
  • ¡Fuera!, 1994
  • Vía Satélite. Le Corps, 1994
  • Orden y Progreso, 1995
  • Cinco Diecinueves, 1996
  • Reflexión final (Autor) – 1998
  • Recuadro para baile y megáfono, 1999
  • Atravesando la línea (Autor) – 2000
  • Huellas (Autor) – 2000
  • Sobre-vivir, 2001
  • Divididos (Autor) – 2002
  • Proyecto para viajeros (Autor) – 2002
  • Descargas (Autor) – 2002
  • 4 millones, 2003
  • Acción para la sanación#6- Levantarse (Autor) – 2004
  • Las vivas de Juárez (Autor) – 2004
  • Integración, 2005
  • Acción para la sanación 8, 2005