Te piden en entrevistas que reveles tus obsesiones. Tú esperas estas cuestiones pero las consideras demasiado obvias. Tu respuesta ya está preparada: «Mi trabajo es como la ciencia, la ciencia es como la pornografía. Aíslas un detalle y lo expones a la observación, repetición, permutación. En el futuro todos verán solo su propio material porno, sus propias películas caseras experimentales… Esta obsesión con el aislamiento y el detalle es lo que yo llamo método científico» – Extracto del texto de la performance.
Black and Forth trata sobre la obsesión, la obsesión de mirar, la obsesión de establecer una relación entre el observador y el observado, la búsqueda obsesiva de la materialidad de lo invisible, lo no exhibido y lo no fundamentado. Cada escena en el escenario es un apunte a su creación, una nota sobre la posibilidad de crear una imagen, una fisonomía de un mundo sostenido en la promesa de la imagen, la responsabilidad por el inconsciente óptico, una nota a todo lo que diferencia a la imagen producida tecnológicamente de la magia.
El repertorio de esta producción teatral ha sido determinado por la traducción del procedimiento cinematográfico y la producción de cine a la producción de teatro. Ha sido inspirado por el trabajo de autores y pensadores del cine estructuralista de Tomislav Gotovac, Michael Snow, Slobodan Šijan, entre otros. Esta producción no busca traducir unos significados de expresión en otros sino investigar cómo el teatro debe cambiar para dar cabida a la proyección de un objeto cinematográfico. Nosotros no vemos el cine o el teatro como medios de comunicación sino como circuitos de deseo para los múltiples aparatos de representación. BADco. como colectivo de teatro entiende el guió de cine como una partitura de la imagen, la cámara como un manual para mirar y la edición de cine como la función narrativa del teatro. El teatro que tiene lugar en este encuentro con el cine es ya un lugar de oportunidades perdidas, que ofrece al espectador un contrato visual con la realidad.
Reseña
Black and Forth washes out our eyes not only with the dark matter of theatrical blackness, but also various forms of counter-observing or layered reflection on the common zone of display and observation. I personally guarantee that the performance leaves a deep mark on the spectator, canceling the classical distance between the performers and the extras.
Nataša Govedić, Novi list, 21.02.2012