The Black Market es un proyecto-instalación en el que un número amplio de artistas (80-100) se reúnen para dialogar y transmitir conocimiento, cara a cara con el público. Se trata de un acto comunicativo a la vez que performativo que construye una narración colectiva formada desde el conocimiento transmitido de tú a tú.
El proyecto se ha llevado a cabo en numerosas ocasiones por contextos de siete países desde 2005. En cada ocasión se dialoga de un tema distinto. El lugar y el tema determina la elección de los expertos que son invitados para compartir su conocimiento con el público a lo largo de una tarde-noche. Este encuentro no sigue los modelos teatrales convencionales, sino que ocurre en la intimidad de una conversación tú a tú.
En la última presentación, en In-Presentable 2012, el comisario Juan Domínguez propuso que los artistas plantearan su charla desde la “radicalidad”. Una posición como punto de partida y actitud para lanzar su manera de entender y participar en el panorama escénico actual. Una forma de invitarlos a romper con las exigencias de la escena y del sistema socio-político actual para colocarse en el lugar deseado, ideal, aunque sea difícil de alcanzar. Esa posición de pensamiento del artista es el embrión del diálogo que arranca transmitiendo una idea o una experiencia personal que de alguna manera coloca al artista en algún lugar. De esta manera, Blackmarket se convierte en un mapa conceptual sobre las artes escénicas en relación con el mundo en el que vivimos. En ese mapa el espectador participa escuchando o preguntando.
El mecanismo respondía al típico encuentro: experto – cliente. El artista es el experto y el público el cliente. En uno de los lados de una mesa se instalan los expertos y en el otro los clientes, de manera que el diálogo que se produzca entre ellos sea bidireccional. Hay un total de tres turnos. Al llegar el público debe decidir con cual de los ochenta “expertos” quiere dialogar. Para que el diálogo uno a uno no se estanque y todos los clientes tengan la opción de hablar con los expertos, solo se podía elegir a un experto por turno.