Ecumene, el narrador como un espacio, como un lugar, una casa un reducto; el último de una ciudadela, a la que se retira y se refugia para salvarse de un mundo hostil y corrupto. Ecumene es una voz aislada y compartida. Nos remite a global y a ecumenia. Ecumene es una reflexión sobre el texto como un texto moderno, libre de toda representación, explicación o descripción alguna.
Es a través de este narrador que en la obra está expresada de manera precisa, la necesidad de independizar el texto frente a una cantidad de elementos como la descripción, que hacen de las palabras un elemento dependiente del actor en el teatro. Este texto «manuscrito de un estoico» tomado del libro de Carlos Fuentes «Terra Nostra» refleja justamente el problema de la ecuanimidad de un narrador en tiempos difíciles. Posición delicada que obliga al testigo de unos hechos infames a no caer en la tentación de actuarlos explicarlos y/o juzgarlos.