EL PERRO plantea cierta desilusión frente a lo humano. Se inicia con el desencanto y va hacia un «final feliz» donde se apunta una suerte de existencia posible, habitable. Ante la perplejidad desde la que miramos la vida y la muerte: una revelación. Pese a la confusión, el miedo, la sensación de fracaso, de desorientación, seguir adelante y resistir. Con determinación animal.