“Cuando sueño, mi cuerpo es el lugar, no solo del sueño, sino también del soñar y del soñador. En otras palabras, en este caso o en esta lengua, no puedo separar sujeto de objeto, mucho menos de los actos de percepción. De repente me han interesado las lenguas que no puedo inventar, que no puedo crear o incluso crear en: Me interesan las lenguas con las que me puedo topar, como un pirata se topa con un tesoro enterrado. El soñador, el soñar, el sueño. Yo llamo a estos lenguajes, los lenguajes del cuerpo. Son, sospecho, una pluralidad o más de tales idiomas. Uno de los cuales es el lenguaje que se mueve a través de mí o en mí o… No puedo separar el lenguaje del cuerpo y la identidad”. Kathy Acker