labOratorio/labOfilm es un trabajo en el que Olga Mesa busca crear una película, aunque la película ya esté escrita, porque su relación con la cámara es también su relación con el mundo, con la realidad y con la ficción, con lo visible y con lo no-visible, con su propia memoria y con la memoria colectiva.

La artista revisita la materia fílmica, que ya estaba en el origen de su primera creación, Lugares Intermedios (1992), después de haber transitado casi 20 años por la escena con una cámara al lado. Ahora, conscientemente, sitúa esa cámara todavía más cerca, pegada al cuerpo, un cuerpo que deja de “ser” para convertirse en cuerpo-operador.

Olga Mesa ha comenzado el proceso del labOratorio/labOfilm explorando las arquitecturas de los espacios en los que trabaja. Espacios físicos, imaginarios y los que ella denomina “concretos”, los que generan los objetos que habitan los espacios. Desde el registro intuitivo de esta experimentación con el cuerpo-operador relacionándose con archivos fílmicos, con paisajes sonoros, con los collages que crea y utiliza en sus procesos creativos, Olga Mesa ha ido destapando piezas de un puzzle que son ya enunciados de posibles guiones, dibujando un story board imaginario para delimitar la entrada y salida de intrusos, de sincronías y de desincronías sobre un plano secuencia rodado al mismo tiempo por varios cuerpos-operadores.

labOratorio/labOfilm explora todos esos elementos que son la materia prima del cine, el encuadre, la luz, el sonido y el movimiento, brindando pequeños homenajes a maestros que inspiran su proyecto como Joao Cesar Monteiro, Alain Resnais, Robert Walser, Chris Marker o Passolini, o a esas imágenes documentales que construyen nuestra memoria colectiva, ¿o habría que decir nuestra creación colectiva? Porque Blancanieves es una de las protagonistas de su película, como también lo son la guerra y la memoria. Pero ya no es la Blancanieves de Grimm, ni siquiera la de Walt Disney. O sí, pero la Blancanieves en la que Olga pensaba cuando empezó a desarrollar esta pieza es la de Robert Walser, la que dice: …más que ver, me gustaría escuchar.

O esa es la que Joao Cesar Monteiro lleva al cine en su adaptación del texto de Walser, cuando coloca una chaqueta sobre el objetivo de la cámara y rueda una película donde sólo escuchamos los diálogos frente a una pantalla en negro, raras veces interrumpido por la visión de un trozo de cielo azul con suaves nubes blancas.

No pido más que estar muerta con una sonrisa… …lo estoy y lo estuve siempre… ..nunca aguanté el viento tórrido de la vida. Soy callada como nieve blanda al sol,… Nieve soy, y con el cálido aliento de la primavera que no es mío, me derrito. Estar al sol me hace daño… Extracto de Blancanieves de Robert Walser

(Texto del programa de mano)