Espectáculo de marionetas para adultos, el primero en su género en Galicia, según anuncian los creadores. Se trata de una escenificación de un cuento de Oscar Wilde por medio de tres muñecos grandes manipulados a la vista del público, procedimiento inspirado en la técnica japonesa del bunraku, combinado con el uso de máscaras, sombras chinas y títeres de varillas. El espectáculo recrea el ambiente decadente y aburrido de la corte de Felipe IV y la España velazqueña de meninas y bufones. La historia es narrada por el muñeco del Trovador, manipulado por Ana Vallés. En ella se cuenta el caso de un bufón llevado del bosque a la corte para entretener a la infanta. Esta se entusiasma tanto con él, que el Bufón termina creyendo que la Infanta en el amor de la infanta y sueña con volver con ella a la libertad de los bosques; pero cuando este descubre en un espejo su cuerpo jorobado, pierde la alegría y se deja morir de pena.
Tres grandes marcos dorados colgados del techo y adornados con terciopelo rojo enfatizan la plasticidad y el tono explícitamente escénico que caracteriza la obra, que destacó por la perfección en la construcción de las marionetas y la minuciosa recreación de un ambiente decadente, barroco y melancólico, teñido de colores desvaídos y una atmósfera de cosas antiguas. A ello contribuyen los rostros pálidos de los muñecos, que mantiene una relación de reciprocidad con sus manipuladores, que expresan, como explica Patiño, como el espíritu de los muñecos. A través del juego de luces, a cargo de este último, se acentúan los delicados matices que dan lugar a un mundo intimista cuidado hasta en sus últimos detalles. La música de cuerda fue compuesta para el espectáculo e interpretada en directo.
La crítica periódica acogió con entusiasmo la novedad que suponía este tipo de teatro de marionetas para adultos y valoró su cuidada presentación plástica. El espectáculo fue invitado a participar en el Carrefour des Regions de Europa, en Rennes, e inauguró el Festival Nacional de Marionetas de Barcelona. Pasó también por el Festival de Títeres de Bilbao y el V Festival de Títeres de Logroño.