«Con la ayuda de varias mujeres me convierto en pastel para celebrar los 12 años de la revista Generación, dedicada a Juan José Gurrola. Me recuesto sobre una mesa de madera y me pongo en posición, con las piernas hacia atrás dejando el trasero en la parte superior. En el pecho llevo una bolsa de plástico con un estandarte. Con donas llenas de crema pastelera, cerezas, caramelo, etc., me adornan el cuerpo desnudo. Me meten una vela en el ano. Gurrola y su esposa Rosa la prende y todos cantan las mañanitas.

Gurrola apaga la vela. Algunas personas pasan a lamerme. Me desenrollo, abrazo al maestro Gurrola, lo encremo y le otorgo un estandarte en el evento llamado ‘Anti-Homenaje a Juan José Gurrola ‘». La Congelada.