La acción de esta tragedia se enmarca en la última etapa de la guerra de las dos Rosas, un momento de especial horror dentro de la historia de Inglaterra. La familia de Lancaster se había adueñado del trono a fines del siglo XIV, pero con los fracasos de esta casa en las guerras en el continente, sus rivales, os York, reivindicaron su derecho a la corona.
Ricardo, duque de Glouster de la Casa York, con el proósito de hacerse al poder, en manos de su hermano, el Rey Eduardo IV, no vacila en llevar a cabo una cadena de asesinatos para eliminar a todos sus familiares, posibles sucesores del trono, y hasta sus amigos más fieles. Después de matar al príncipe Eduardo y al rey Enrique VI, contrata a un sicario para dar muerte a su hermano Jorge, Ricardo, duque de Clarence.
Más tarde pondrá en marcha la muerte de su sobrino Eduardo, el más joven heredeoo, y una vez coronado rey, Ricardo III le quitará la vida a su esposa Ana y a Buckingham, su más cercano consejero. Cuatro mujeres –en duelo por estas muertes- son testigos del sangriento ascenso de Ricardo al trono.