El director Gabriel Villela sumerge a los actores en el universo shakespeariano y, al mismo tiempo, extrae de ellos sus mejores cualidades escénicas, trabajándolas a nivel corporal según los conceptos de Peter Brook de «precipitación», «inestabilidad» y «exilio».
«El carácter popular y acrobático de la tragedia sugiere la conveniencia de trabajar con un lenguaje circense (…). Los zancos, también adecuados a la atmósfera de inestabilidad del montaje, los paraguas y las sombrillas, los movimientos oscilantes, los malabaristas y la composición clownesca de los personajes del circo-teatro encajaban admirablemente en las concepciones pretendidas por el director, sirviendo, con su libertad cómica y caricaturesca, de contrapunto a la tragedia vivida por la pareja.» Carlos Antônio Leite Brandâo en Grupo Galpâo, 15 anos de risco e rito, p.102, Belo Horizonte: O Grupo, 1999. -Traducción del portugués: Carolina Martínez-).
El montaje fue en principio presentado como teatro de calle, pero posteriormente también se adaptó a espacios teatrales cerrados; combinaba la cultura minera y popular con el mundo shakespeariano. Fue el montaje de más éxito de público del Galpâo y el que les dio reconocimiento universal, llevándoles  de gira a la cuna del dramaturgo inglés, donde recibieron halagadoras críticas:
«En sus comentarios, los directores del Globe Theater veían en la propuesta del grupo minero la posibilidad de renovar el teatro shakespeariano, excesivamente dogmatizado y congelado sobre el peso de una tradición oficial sometida a su pasado y a los iconos de su cultura.» (Carlos Antônio Leite Brandâo en Grupo Galpâo, 15 anos de risco e rito, p.111, Belo Horizonte: O Grupo, 1999.-Traducción del portugués: Carolina Martínez-)
Fue destacada también en numerosas ocasiones la importante labor del grupo por acercar el teatro de Shakespeare a todos los sectores sociales:
«Las funciones de Romeu e Julieta, del Grupo Galpâo, siempre en espacios públicos, abiertos y gratuitos, para pequeñas o grandes multitudes, no sólo eran momentos de gran deleite estético para los amantes del arte teatral – asumieron también el estatus de eventos cívicos, ocasiones de confraternización para la población. (…) Los grandes artistas van donde está el pueblo. Adonde van los grandes artistas, el pueblo también va.» (Clara Arreguy, «Estado de Minas», 1993, citada por Carlos Antônio Leite Brandâo en Grupo Galpâo, 15 anos de risco e rito, p.118, Belo Horizonte: O Grupo, 1999. -Traducción del portugués: Carolina Martínez-).