En 2004 empecé a concebir el proyecto para mi siguiente obra titulada Shichimi Togarashi.
Antes de desarrollar este proyecto y con el fin de buscar financiación para el mismo, cree la obra The Application que escenificaba una solicitud de subvención para Shichimi Togarasi.
A finales de 2005, Amalia Fernández y yo decidimos que nuestra siguiente pieza iba a ser un dúo en colaboración, y juntos materializar lo que en The Application era sólo proyecto; Shichimi Togarashi.
La obra se basa en el recorrido de este nuestro primer encuentro, cuya finalidad era la construcción de un dúo. Partimos de dos voluntades que interactúan, a lo largo del tiempo de representación, proponiendo a los espectadores una metodología de construcción visible que les permita observar cómo nos comportamos dentro de nuestras propias fantasías.