Espectáculo compuesto por las siguientes obras: Every day´s blood (1991) Sin imagen ou outra coisa qualquier (1992) ¿Qué es lo que tiene que ser despacio? (1993) Derriére moi (1994) Con los Solos, Olga Mesa continuó un proceso de depuración de sus recursos expresivos y acentuó la obsesiva urgencia de la búsqueda. Enfundada en el mismo abrigo con el que había aparecido en Lugares intermedios, la coreógrafa escenificaba ante el espectador en «Everyday’s blood» los bucles interminables de sus pensamientos, sus angustias, sus sueños, sus miedos internos. Era la soledad la que sobrecogía y obligaba a abrigarse, y era la voluntad de superar esa soledad, de la que había sido incapaz de escapar en Lugares intermedios, la que forzaba a un vestuario frágil e inestable en los siguientes solos, a una especie de descuido que se incorporaba al movimiento coreográfico. Éste aparecía dominado por los giros y retrocesos, los arrebatos, las miradas atónitas, los choques contra la pared, las convulsiones, las inmovilizaciones, las posturas imposibles… E inesperadamente, como arrastrada por una visión de su propio cuerpo, Olga Mesa se dejaba llevar en la dirección marcada por su dedo índice extendido, o bien se resistía con las manos en tensión a abandonar aquello que su cuerpo había descubierto, pero al parecer no su mirada… Además de la referencia a Pessoa («una calle desierta no es una calle por la que no pasa nadie, sino una calle donde los que pasan, pasan por ella como si estuviera desierta»), Mesa recuperaba los vasos de cristal (con uno de los cuales en «Qué es lo que tiene que ser más despacio» pergeñaba sobre el suelo un dibujo-texto que luego trataría de reproducir con su propio cuerpo), el cine (en «Derriere Moi», Mesa bailaba ante la proyección sobre la pared del fondo de una película en súper 8 de Daniel Miracle), las hojas de papel (que son tanto imágenes del vacío, metáforas de la soledad, como soportes de la palabra, de la memoria, de la voz y la vida de los otros), y añadía elementos nuevos con los que parecía probar otras estrategias compositivas. En cierto modo, los Solos fueron el laboratorio de pruebas en el que se gestó probablemente su creación más sólida: «un solo acompañado» (por la presencia de un músico en escena en un momento del espectáculo) de larga duración al que llamó estO NO eS Mi CuerpO (1996)
Texto del programa
una palabra para describir el carácter: impulso, recoocimiento, obsesión y transformación.
existe la idea común en todas ellas de querer hacer y deshacer el movimiento, su sensación e interpretación.
he querido crear con ‘solos’ un diálogo de presencias que se incorporan al cuerpo, acumulándose y respirando al mismo tiempo con otras impresiones más inconscientes
…instantes, recuerdos, que desaparecen en una ausencia progresiva de la memoria y de las imágenes que la mirada va construyendo alrededor de ella.