The Boogie-Woogie Ghost es la primera colaboración entre Maria Jerez y Silvia Zayas. La pieza que surgió de esta colaboración es una película circular. La imagen de esta película cambia constantemente a través del movimiento de unos cuerpos que permanecen invisibles, estos cuerpos actúan como fantasmas. Es a través de lo que no se ve que lo que se ve aparece. El espacio muta persistentemente, como si unas fuerzas no humanas insistieran en desestabilizarlo y activarlo sin descanso. La tensión entre lo visible y lo invisible es lo que produce el evento. El montaje de las imágenes funciona dentro de la lógica de lo que ocurre en el momento de la captura. De esta manera, el montaje se convierte en una danza, o la danza se convierte en un montaje: una danza de fantasmas. Esta película circular es una sola secuencia capturada por una cámara colocada encima de una pequeña plataforma giratoria. Nuestros cuerpos actúan fuera de plano como fantasmas. Pareciera como si las cosas en la casa en la que la película ha sido rodada estuvieran cambiando a través de fuerzas no humanas o por su propia capacidad para mutar. Lo que se ve está cambiando constantemente, cualquier mínimo cambio produce variaciones en la imagen mental.