La performance era parte de una coreografía expandida de objetos, incluyendo entre otros, una cámara Polaroid, un montón de tierra, tres cajas de pizza, tres tanques de gasolina de una Harley Davidson y cinco lienzos estirados que quedaron en el bosque durante dieciocho meses marcados por el paso del tiempo, que perfectamente podrían ser descritos como una instalación dentro de una galería pero que Spångberg identifica como «un concepto», una máquina que produce indeterminación». Tres veces a través del dispositivo los bailarines se convierten en parte de este campo de indeterminación, movimiéndose contra los objetos desperdigados en una performance que reimagina la relación entre el performer y el espectador como un reconocimiento mutuo. Durante la hora y cuarenta y cinco minutos de actuación, los intercambios sociales ocasionales se producían en forma de conversación entre los bailarines que intercambiaban con frases coreografiadas. En este espacio, las acciones eran repetitivas y dispersas, concebidas en tándem con una historia de ficción escrita por Spångberg y titulada For Now, que especulaba sobre el horror sublime de un presente interminable.
(Extraído de Interview: Mårten Spångberg)