The Stain es un espacio de conocimiento compartido donde Maria Jerez ha trabajado con un carpintero, un panadero, un pintor, un compositor y un diseñador de luces. Un espacio donde desaparecen las clasificaciones firmes de la Modernidad, que tienden a separar el conocimiento en campos segregados. Un espacio inestable donde entidades de diferentes naturalezas coexisten y co-evolucionan en una coreografía de constantes encuentros con la otredad. La construcción de esta coreografía inestable, se centra en la idea de diseminación, desmembramiento, colonización, invasión, co-evolución, ensamblaje y convivencia como un marco de pensamiento desde el cual relacionar «cuerpos» o fragmentos de “cuerpos” que no están pensados para estar juntos. Entendiendo «cuerpos» como objetos, personas, textos, sonidos, materias, colores, atmósferas, espacios, tiempo, espectadores, artistas … La relación establecida entre estos «cuerpos» dispares no se basa en una relación «inteligente» que busca coherencia, sino por el contrario, busca la experiencia de un parentesco extraño. Este espacio que plantea The Stain es inestable y propone incertidumbre. El hecho de viajar a través de él, busca el desarrollo de una mirada aparentemente desordenada, donde el espectador cambia su estado porque lo que está mirando propone una multiplicidad de puntos de vista y modos de atención muy diferentes. De esta manera, el espectador podría dejar de ser un espectador «experto» en el que su rol como espectador pasa, de estar formado por contornos fijos y líneas duras, a aparecer como una amalgama de estados transitorios en los que un nuevo potencial de la mirada y del «estar juntos con» puede surgir. “Cuerpos que entran en otros cuerpos, esta mañana, cuerpos que no están pensados para estar juntos, estuve en la radio, seres de diferente naturaleza que cohabitan en un mismo espacio y me pregunté, coexistencia de la diferencia que crea fricción entre las distintas materias, si en la cocina de la persona que escucha la radio, cuerpos dentro de cuerpos, habría, trozos de cuerpos que salen de cuerpos, una planta, lógicas fuera de contexto, dicen, presencias fuera de lugar, que cuando, espacios invadidos por otras sustancias, las plantas, espacios de negociación, escuchan frecuencias bajas, espacios fronterizos, éstas, espacios de co-evolución, favorecen la germinación, espacios de cocción, el crecimiento, espacios de indiferencia y la salud de las raíces. Las altas, por el contrario, parecen tener un efecto inhibidor.
Fotografías: © Elena Hidalgo