Un grupo de gente intenta controlar una situación. Y Ella pide asistencia.
Ellos se acercan y lubrican al seguir conectados.
Una voluntad misteriosa los mantiene juntos.
El deseo se destruye siempre. Y Ella es la constante y sigue pidiendo asistencia.
Todos entrenan el no poder separarse como práctica principal.
Y lo consiguen.
Pero ¿cómo mantenerse frío mientras se comparte tiempo, esfuerzo y saliva?
¿Hay algo más romántico que el intento continuo y en constante fallo del nopoderdejardeestar unidos?
¿Qué significados emergen de esa cercanía continua?
Este trabajo no es una pieza de enamorados, tampoco una invitación global a un hedonismo compartido, no es un banquete dionisíaco, no un poema erótico, ni un homenaje a los 60, no es un juego de rol porno para todos los públicos.
Usa elementos reconocibles y juega con la manera en la que estos son percibidos.
Pero falla en su intento
Pero falla en su intento
Pero falla en su intento
Pero falla en su intento
Un grupo de gente intenta borrar los significados de un beso, y lo expone, lo utiliza, lo explota, lo disfruta, lo aburre, lo destruye hasta que este cambia sus protocolos y naturaleza.
Ellos se preguntan constantemente «¿qué cojones significa esto?»… y mientras tanto, siguen besándose.
Aitana Cordero