ANGÉLICA.-
¿Cómo empiezo?
Empiezo con ballena blanca.
Moby Dick.
Cae del techo.
Revienta contra el suelo.
Y del estómago de la ballena blanca salen corriendo cien
negros,
cien negros pobres,
con cabezas de pescado,
y cantan Somewhere over the rainbow.
El trasatlántico de lujo atraviesa el escenario
arrastrando racimos de negros,
racimos de negros pobres.
Como si el barco tuviera una cabellera humana.
Como si el barco tuviera una cabellera hambrienta.
La fachada del Teatro de la Ópera aplasta a un negro que
dialoga con un trozo de pan.
Una montaña de pan podrido sobre el escenario.
Ministros de mierda.
Secretarios de mierda.
Subsecretarios de mierda.
Todos relacionados con la cultura.
Vivir para señalar a los impresentables.
El monólogo de la Puta.
España.
España.
El sol de España.
Las playas de España.
Hay tantas playas en España.
Qué suerte.
Qué suerte vivir en España.
Traer el cadáver de un negro ahogado.
Ir a la playa,
una playa de España,
y traerlo.
Un cadáver real en un escenario.
Si consiguiera hacer vomitar al público,
como Dios vomita a los pobres,
como los pobres vomitan fango.
España.
España.
Maquillaje de negro como en el cantor de Jazz.
[Texto extraído de Políticas de la palabra. Esteve Graset, Carlos Marquerie, Sara Molina, Angélica Liddell, ed. Óscar Cornago, Madrid, Fundamentos, 2005, pp. 331-356.]