Me meo. Abran. Me estoy meando. Abran.
Viajé la noche. Ya clarea. Vengo, de lejos, perdiendo, pariendo. Allá, la tierra, toda
la tierra, se movía. Espasmos. Abultada. Un dolor de abertura. Un bulto por abrirse.
Algo escondía. Yo misma estaba en un pozo…
Un caballo viene hacia mí. El hombre que lo cabalga me alza. Me forcejea el
vientre, nos latiga los ojos a la vez, al caballo y a mí. Mientras retuerce las patas
del animal contra mi entraña. Y el hijo no…
Volveré, claro, me dijo, pero no solo.
Volveré muchos.
Y vinieron otros.
Vengo de pampa. Desierto. Pampa. Pampa. Un ombú. Caballos. Vacas. Pampa.
Portón de un baño. Vacas. La tripería. La pampa. Desierto. Pampa. Agua. Casa.
Pampa. Portón de un baño. Acá estoy.
Acá-catre-caliente-tironeo.
De cueros flejes: los alfilerazos.
Inca-la-perra.
Hijos no. Nonato única. Ése fue mi juramento.
Nunca un berrido. Sin alumbramiento.
Abran. Vejiga llena tengo. Tan. Lengua de al lado. Tan sometiendo. Me mojo. No sé
qué es esto. Agua cacosa. La bosta aguada. No puerta, portón abran. Un bolo acá.
Un tapón tengo. Abran, abran. Les pido no.
Volveré, claro, me dijo, pero no solo.
Volveré muchos.
Y vinieron otros.
Hablaban con la lengua de su carne. Herida, derretida al sol, me hacían largas
confesiones, dejándome marcas. Éstas, ¿las ven?, ¿las ven? Bandas de chicos me
mearon. Me mearon, me mearon y después vino la historia. De los caranchos vino.
Los pájaros me volaban, por las heridas, y yo… Sin reteniendo.
Después lo mismo. El vestido alto, el vestido bajo. A veces desjarrado. Los
alfilerazos. Señal de alguna (flecha) fecha, alguna temporada. El temblor, el
abultamiento. Acá.
Ah. Tironeo de cueros-flejes: los alfilerazos. Inca la perra. Hijos no.
Abran. Me estoy llenando de agua cacosa.
Inca la perra. Boca podada. Capada de tripa ciega.
Acá, catre-caliente. Caca cosa. Abran… Ábranme acá.
Tironeo de cueros-flejes: los alfilerazos.
Inca la perra. Hijos no. Nonato única.
Mírenme la entrepierna.
Soy de acá. Fíjense mi señal: No tengo pelos. Inca-la perra.
Si fueran mis hijas no las daría.
Quién sabe. Nunca sentí la leche. El hijo desdentado. La aurora, la aureola en su
boquita.
Vine de lejos. Nunca un nacido. Nada más que abultada.
Se paran sobre mi vientre. Confunden gordura. Me escarban, me hincan.
Pero no viene.
EL NACIDO ES UN DOLOR QUE YO NO QUIERO. ¿Para qué mirar, así, este cielo,
esta tierra-bonanza de varones, eh?
Inca miseria india inodora. Yo la crinada me meo en la entrepierna. Me escarbo la
entrada. Yo la escotada a la pampa abrazada. Yo la recoleta la loba loca. Yo mamá
oca. ¡No! Me meo. No. No. No me meo. No vierto. Estoy acá paleada. Quiero
espulgarme. Hijo hiriente. Taponar tierra. Tengo vida zanjada. Estampidas del
vuelo. Lengüeteantes milicos caballos vienen a hacendarme. Ganado de vaca
pujando. Desnudada vuelta y arada. Acantilada pampa me acuna. Tumba la rama
ramera. Soy. Sin simiente. De milicias montada. En mi tumba cunita no nacen no.