Mårten Spångberg es coreógrafo y teórico de la danza. Ha trabajado como íntérprete y como creador desde 1994 tanto en piezas en solitario como en coreografías grupales que han sido presentadas internacionalmente. Ha colaborado con artistas como Xavier Le Roy, Christine De Smedt/Les Ballets C de la B, Mette Edvardsen, Jan Ristema y Kroot Juurak.

La obra de Mårten Spångberg destaca la coreografía como un campo expandido de prácticas experimentales y procesos creativos que se activan desde diversos formatos y herramientas expresivas. El planteamiento coreográfico en cada pieza se pone en relación con los modos contemporáneos de atención, conectividad y singularidad en el que el modelo de trabajo instala la práctica como proceso de investigación incluyendo modelos colaborativos para la producción de conocimiento. Spångberg entiende la danza como una forma de escritura y un modo de organizar el tiempo en el espacio

Posibilidad y potencialidad: (Spangbergianism, a state of mind -blog-)

Si algo es siempre posible o si lo que puede ser imaginado permanece unido a la posibilidad, es decir a la realidad, y siempre ubicado en la realidad frente a complejas redes de relaciones, ¿qué es entonces aquello que no es nada y dónde está? Una oportunidad es hacer una distinción entre posibilidad y potencialidad, aunque aquí no queremos decir potencialidad en el sentido de esta o aquella persona tiene potencialidad, es rentable, invertible o alguien que generará ingresos, sino más bien todo lo contrario es decir, que excede la posibilidad de ser aprovechado por la medida, el discurso, la rentabilidad, la calidad.

Lo que es posible está en el mundo. Se ha materializado y ya no es real, sino que existe a través de sus relaciones. Algo que es posible está siempre enredado, es decir, está relacionalmente compuesto y por tanto, nunca completo. Cualquier cosa posible está capacitada para ser dos y por tanto está sujeto a la transformación pudiendo ocupar diferentes posiciones en el mundo siempre que sean confirmadas por sus relaciones.

Por otro lado, la potencialidad no está en el mundo, no está materializada sino que es real, sin embargo el precio de lo real es que está absolutamente vacío de relación, Es. Por tanto, no puede ocupar una posición, no puede estar localizado y además no puede en ninguna circunstancia cambiar.  La potencialidad no es un dominio ni es un dominio negativo, es por el contrario, una doble negación, es la negación de un no-dominio, pero por muy místico que pueda parecer, es ahí donde residen algunas cosas, justo antes, desde siempre y siempre, o se materializan, se hacen realidad y se transforman en algo.

Recordando el principio, podemos entender que el ámbito de lo posible se solapa, si no coincide, con la epistemología, y que la potencialidad se refiere a la ontología. La posibilidad reside en el dominio del conocimiento, reflexión, transformación, y extensión mientras que la potencialidad está en el ámbito del Ser, de la materialidad, que no es materialidad y que es sobre todo no-relacional, no-extendida y no-oportuno. Añadir a eso lo posible, que es por definición contextual, individual, parcial y general, cuando la potencialidad es al mismo tiempo singular y universal, es por necesidad uno, o Uno, obviamente completamente sin estructura y pura expresión, sino otra vez como una doble negativa. En otras palabras, la potencialidad está vacía de representación pero además vacía de no-representación.

La posibilidad y las posibilidades se pueden producir, solo hay que usar la imaginación. La potencialidad, por el contrario, no puede ser producirda, solo la producción de su posibilidad tiene lugar. No hay garantías, acerca de la potencialidad nada es seguro, no puede calcularse, no es una cuestión de probabilidad, sino de contingencia. Lo único que es necesario es que algo ocurra o no. (Mårten Spångberg: Spangbergianism.wordpress.com)


Materiales: 

» Entrevista con Mårten Spångberg (Contemporary Performance, 2016)

» Entrevista con Mårten Spångberg (ATP Diary, 2016)