Nieves Correa nace en Madrid en 1960. Estudia Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid y se forma en diversos talleres de Arte Actual impartidos por artistas como Concha Jerez, Isidoro Valcárcel Medina, Antoni Muntadas, Iam Wallance y Soledad Sevilla. Nieves Correa inicia su camino hacia el arte de acción a finales de los años ochenta, en un entorno que lucha por desvincularse del objeto como referente fundamental del arte, construyendo un recorrido que ha estado en gran medida guiado por lo práctico y lo tangible y que, en cierto modo ha sido la adaptación evolutiva a las condiciones externas marcadas por la institución y el mercado del arte objetual. El arte de acción para Correa es en ese momento un elemento liberador que le permite abandonar los complejos mecanismos del mercado artístico que implica grandes inversiones económicas en materiales, seguros o transportes.

Entre 1990 y 1994 la búsqueda de un lenguaje propio implica la búsqueda formal de un lenguaje expresivo que determine las fases de desarrollo del trabajo, el grado de participación del público, el uso de materiales y la integración de medios audiovisuales en la acción. El contenido, aunque es un elemento presente en sus acciones, es un factor que proviene del inconsciente. En estos años, este componente narrativo gira en torno, por un lado, a la crítica del sistema en el que se integra el arte, los circuitos de distribución artística, el mercado y comercialización de la obra de arte, los grandes costes, el arte como institución, y por otro, a la crítica de una sociedad controlada por los medios de comunicación de masas que interfieren en el desarrollo y crecimiento del ser humano a favor de intereses siempre económicos y ligados al consumismo descontrolado.

A partir de la realidad tangible construye narraciones diferentes mediante su propia presencia, los espacios cuidadosamente escogidos, los materiales utilizados y el tiempo como elemento inherente de la performance. La presencia es siempre la suya, es el material fundamental de la performance, es el cuerpo, la presencia física, no sólo como valor visual sin también como herramienta y material que se somete a un esfuerzo y a unas condiciones externas e internas determinadas. La presencia, por contraposición incluye también a la ausencia que es una manifestación de la presencia sin dejar de lado otras posibles presencias como la del espectador. El espacio, aun siendo en ocasiones ya predeterminado, siempre es escogido dentro de esa predeterminación de manera que se adapte a las peculiaridades del trabajo que se va a desarrollar y de la misma forma, la luz como creadora de espacios adquiere gran importancia en sus acciones como material modelable capaz de conseguir unas posibilidades más adecuadas que otras. El tiempo, elemento consustancial a la performance es tratado en su obra desde una doble perspectiva: un tiempo interior, el que ella siente, y un tiempo exterior experimentado por los otros, el que observa. En los años centrales de su trayectoria se detiene en la identificación del tiempo de la performance como el tiempo real de la vida:

Cada día tengo más clara la impresión de que se ha apoderado de nosotros el horror a vivir el tiempo de la vida. Todos los artefactos y servicios que nos ofrece nuestra sociedad están, según nos cuentan, especialmente diseñados para «ahorrarnos tiempo», un ahorro a mi modo de ver inútil, porque ¿qué podemos hacer con ese tiempo no gastado?. ¿Existen acaso los Bancos de Tiempo donde poder rentabilizar nuestros ahorros? […] «El tiempo real» es una de las muchas especies en peligro de extinción, una rareza que habría que proteger con especial cuidado para en el futuro poder disponer al menos de un pequeño ejemplo del «tiempo de la vida», poder volver a tener la experiencia de paladear unas migajas de aburrimiento.
Esta concepción clásica de performance basada en los elementos tiempo-espacio-presencia configura la estructura formal e interna de sus acciones. Son elementos controlables desde el consciente y por tanto, trabajados desde el punto de vista estructural, tangible y materializado. La ambivalencia constante en el concepto tiempo se desdobla en tiempo recordado como un tiempo pasado, imposible de revivir, inalcanzable por el presente, y tiempo estructurado como un tiempo presente, el tiempo en el que transcurre la acción organizada en partituras dispuestas en actos, escenas u objetos como puntos de referencia temporal. En ambos tiempos recordado y estructurado, fluye el componente narrativo vinculado con el recuerdo y la memoria personal de la artista ya que conecta con el recuerdo de la tradición artística (Homenatge I, Homenatge V, Homenatge a René Magritte, Grandes Genios de la Pintura) y con el recuerdo de su infancia (Homenaje I, En busca del Tiempo Perdido, El Tiempo Recobrado).

La presencia materializada en el cuerpo, recibe en los últimos años gran parte de la atención. Desde el punto de vista formal, el cuerpo se convierte en una herramienta para medir espacios El Abrazo y Tomar Medidas (2007) , pero también se erige como soporte temporal; un elemento físico en el que el paso del tiempo imprime sus huellas. En este sentido, se incrementa el interés por explorar los límites físicos del cuerpo, su transformación causada por la edad y la asimilación de ese cambio corporal que además implica una reflexión sobre la belleza y los estereotipos socialmente marcados en el cuerpo femenino. Este aspecto corporal enlaza con el componente narrativo de las acciones que, de forma indirecta e inconsciente, fluye en el desarrollo de cada acción. La memoria personal presente entre 1995-2004 y relacionada con la tradición artística e individual, da paso a la memoria de sí misma, de su propio recorrido existencial. No obstante, la cotidianidad de la que se nutren sus obras no sólo reside en lo que dice contenido sino también en cómo lo dice forma, evitando de forma consciente los mensajes grandilocuentes. Esa cotidianidad está, por tanto, en relación con los elementos escogidos para desarrollar la acción pero también con el discurso de contenido que trata de sus propias emociones, miedos, y de la reflexión sobre sí misma.

 

Obras

» Biografías del alma – 2009

» Cuarenta y nueve – 2009

» Gritos y Medidas – 2008

» Tomar medidas – 2007

» Biografía – 2007

» The Shooting Star – 2006

» El abrazo – 2006

» Till Doomsday – 2006

» Penélope – 2005

» Is Art to Question the Art? – 1990

» 7776 tiradas de un mismo dado – 1990

» Concurso – 1990

 

Percamara – Nieves correa.PDF