Hablamos de actores porque eso es lo que somos.

Hablamos de teatro porque somos los actores quienes lo hacemos. No son los periodistas, no son los teatrólogos, no son los críticos, no son los académicos, no son los autores.

Somos nosotros, los actores, quienes podemos saber qué es esto que hacemos. Cuando lo hacemos. Cuando tomamos la determinación de actuar y no de interpretar.

Lo que se dice a menudo sobre nuestra profesión, sobre el teatro, no es más que una ficción. Un cuento.

Y nos preguntamos por qué los que no hacen teatro se empeñan tanto en hablar, hablar y hablar de esto que hacemos nosotros y que, si verdaderamente pudiera ser hablado, razonado, contado o explicado, sería absolutamente superfluo.

Si el teatro no es más que palabras, si se puede limitar a las palabras,

que se vayan a casa los actores.

Pero si por un momento admitimos que el teatro es, o mejor, puede ser

algo más, mucho más, tanto que nos es difícil definirlo, imposible registrarlo

y por supuesto entenderlo y explicárnoslo a nosotros mismos,

entonces

entonces

entonces

que se callen los habladores.

(y nosotros a lo nuestro, a disfrutar de ese vértigo que nos mata y que precede a la bajada de luz de sala.

Nos agarramos a los sombreros y nos deslizamos a muerte cuesta abajo

que sólo son tres días, mi vida, y ya fueron dos)

(y abro este nuevo paréntesis como una postdata a la postdata por la idea obsesiva de no valen las medias tintas, y decido escribirla, para que quede claro, para que quede constancia, como que quiero decir la verdad de todo, no sé.

Y relaciono mis medias tintas con un texto de JMA* que releí una vez más ayer, hace una semana, el otro día:

Me horripilan las cosas a medio hacer. Me sacan de quicio las vidas indiferentes, todos esos que conscientemente vadean el futuro y se ciñen a lo que pueden. Yo no soy así. Yo tomo el futuro, lo moldeo, lo emboco y perfecciono.

Me río porque pienso que estas podrían ser mis palabras; vamos, que yo, por chulería, diría bastante bien este texto)

Ana Vallés.

*Javier Martínez Alejandre, Algunas narraciones escritas en la era de la bombona de butano