El texto de La Isla ubica a dos presos sudafricanos en Robben Island, isla en la cual Nelson Mandela defensor de los derechos humanos y opositor al régimen apartheid estuvo durante 27 años. Sin embargo, la obra no hace énfasis en el aspecto racial, ni en el hecho de que sean presos políticos, ni en plantear una protesta contra el estado segregacionista sudafricano de 1948 a 1994.
Por estas razones, y ya que el confinamiento forzado, la violación de los derechos humanos, la solidaridad, y la lucha por la supervivencia y por la justicia son temas universales (y que también hubo una minoría blanca opuesta al segregacionismo apartheid); y sin alejarnos completamente del contexto geográfico de la obra, planteamos la posibilidad de que uno de los presos no sea de raza negra. Además, no es gratuito que el autor ponga a los dos personajes a hacer una protesta pacífica mediante la representación de una escena de Antígona, un clásico de la literatura universal y representativo de la lucha contra el estado opresor. También es de resaltar el tema del destierro, el entierro, el desentierro, el entierro. «‘La Isla es pertinente para cualquier país donde el coraje se hace necesario para enfrentar al ente opresor». James Edwards, Time Out.