“Este proyecto se enfoca en cómo las personas pueden perder el miedo de una manera pacífica y constructiva. Se trata de crear puentes de confianza donde no exista el miedo hacia el otro, de crear una respuesta pacífica y responsable en lugar de violencia; de crear un lugar donde personas con diferentes convicciones políticas pueden unirse para construir un país mejor”.

Tania Bruguera

La acción pública que marcó la creación del Instituto, en 2015, coincidió con la celebración de la Declaración de la República de Cuba, el 20 de mayo de 1902, y consistió en 100 horas consecutivas de lectura y discusión del libroLos Orígenes del Totalitarismo” de Hannah Arendt, llevada a cabo por más 50 participantes. Con el vídeo de esta acción Bruguera participó en la I Bienal de Performance de Argentina a la que no pudo asistir por tener retenido su pasaporte debido a la censura ejercida meses antes sobre su obra El susurro de Tatlin #6.

 

Misión:
El instituto será un centro de alfabetización cívica en Cuba.
En INSTAR vamos a trabajar con «cubanos de a pie», desde amas de casa hasta profesionales, desde activistas hasta estudiantes. La idea es tener una muestra de la sociedad cubana con personas procedentes de diferentes espectros políticos y niveles de educación. Queremos trabajar con la gente que se encargará día a día de la construcción de la democracia en Cuba, demandando sus derechos y luchando por la justicia social en sus escuelas y trabajos; transformando a los espectadores en ciudadanos activos.
Éste es un momento único para pensar en el concepto de nación, para imaginarnos un nuevo país. Porque las ideas aún se encuentram en proceso de gestación, hay espacio para que todos participemos. Y como el arte permite transformar una visión caótica en un encuentro con un orden inesperado, un nuevo orden, desde ahí podemos articular un nuevo futuro.
Se trata de crear puentes de confianza donde no exista el miedo hacia el otro, de crear una respuesta pacífica y responsable donde hay violencia; de crear un lugar donde personas con diferentes convicciones políticas pueden unirse para construir un país mejor.

Estructuralmente, el Instituto contará con tres áreas principales:
1- Incubadora de deseos – Un espacio donde cualquier cubano puede expresar sus opiniones, compartir sus anhelos para el país en el que viven, en completa libertad y respeto a la opinión del otro.
2- Incubadora de ideas – Un espacio para repensar esos anhelos colectivos a partir de propuestas y estudio de políticas que pudieran convertirlas en realidad. El trabajo en esta área abordará al contexto cubano, ya sea por referencia directa o a través de muestras de trabajo en otros contextos que resuenen con las actuales transformaciones sociales y políticas del país. Incluye residencias para cubanos de a pie, artistas, activistas, politólogos, economistas, urbanistas, etc. que serán parte de equipos de trabajo centrados en los temas de estudio seleccionados a partir del proceso realizado en la incubadora de deseos.
3- Incubadora de acción – Las propuestas de los grupos de trabajo y el conocimiento que se generó en la incubadora de ideas, serán puestos a consideración a través de acciones en el espacio público. Se tratará de desarrollar un lenguaje común con herramientas creativas para la expresión individual y colectiva en la esfera pública que potencie la libertad de expresión y la responsabilidad social.
Así como en la década de los 60s Cuba contó con una campaña de alfabetización que hizo posible que la casi totalidad de los cubanos aprendiera a leer y escribir, hoy necesitamos una campaña de alfabetización cívica, a través de la cual todos conozcan sus derechos como ciudadanos y aprendan a defenderlos. El Instituto trabajará para hacer llegar la alfabetización cívica más allá de nuestros miembros y nuestro núcleo de trabajo.