elodrama es una performance híbrida donde el texto, la imagen, la música y la acción avanzan rítmicamente de la mano de un único performer y cantante (Santiago Maravilla). Melodrama quiere ser el marco perfecto para poner en evidencia, mediante el hardcore, las canciones de amor-des-amor, la performance, la verborrea, los gestos melodramáticos y los delirios románticos, la validez exagerada que adquiere, en determinados contextos, el dolor sentimental hipertrofiado y autoreflexivo. Melodrama quiere sacar de quicio, sin concesiones, la extensa lista de motivos melodramáticos que nos configuran y que están a la orden del día en todos los contextos sociales, en todos los ámbitos. La pieza escénica ofrece un espejo deformado del melodrama contemporáneo de la frustración y de la queja. Ante la violencia global y estructural, ante la constatación de que el dolor existe, daña, ¿tiene sentido el regodeo en este tipo de dolor sentimental, autorreflexivo?

Marta Galán

Melodrama comienza con el llanto desgarrado de Santiago Maravillas, que hace pensar en un personaje a mitad de camino entre estrella de rock y artista de la canción romántica. Su presencia física, afirmada sobre sí misma, contrasta con una actitud emocional extrema. No se trata de un personaje dramático, sino escénico, una potencia —diríamos más bien— puramente escénica, que se está constantemente construyendo, desde lo inmediato de la escena, pasando con rapidez de un lugar a otro, desde la expresión desconsolada del llanto a la explicación serena en primera persona de lo que le ocurre, de la balada de amor a la actitud punk, del tono intimista con el que implora perdón a la amada a la irreverencia física. (…)

Óscar Cornago