Performance para las fuentes de la Ciudad de México fue un ciclo de siete performances apoyado por una beca del programa Artes por Todas Partes de la Secretaría de Cultura del gobierno del Distrito Federal. El proyecto se desarrolló de agosto a octubre de 2003, realizando seis performances de diferentes fuentes: Fuente de la Alameda Central, Fuente de la Alameda de la Santa María la Ribera, Fuente de la Casa Frissac Tlalpan, Fuente de la Plaza del Estudiante, Centro Histórico, Fábrica de Arte y Oficios (FARO), Fuente de la Plaza Real de Romita, y Fuente de la Alameda Central.

El objetivo de cada acción, en las que la artista invitaba a un gran número de artistas jóvenes, músicos y bailarinas a colaborar con ella, era intervenir un espacio público y crear ahí, en la realidad caótica del espectador, imágenes y metáforas que se desprendieran del agua. En este sentido la fuente representaba un altar, una fuente de vida de la que brotaban seres mágicos como sirenas, ondinas, buzos y hechiceras.