Los figurantes africanos nos cuentan historias pero en silencio (porque son los figurantes y se sigue oyendo -siempre de fondo, como un bajo machacón- la escena de ibsen). por eso nos cuentan las historias por escrito, a través de un ordenador. escriben historias: accidentes en la construcción (amigos que han perdido), colegas que se han quedado en paro, maneras de encofrar, sistemas de construcción…

cada vez que termina la escena de ibsen, los actores tocan un timbre o una sirena o una campana, momento en que tendría que pasar algo para la figuración. una pequeña coreografía, por ejemplo.

tengo un par de amigos senegaleses que me pintaron la escalera… quizás no sea difícil organizar una cuadrilla de ocho o nueve…

me los imagino con el cuerpo desnudo de cintura para arriba y numerados. Un número pintado con pintura blanca en la espalda sobre la piel, como jugadores de futbol pero sin camiseta.

sería como «multiplicar los figurantes». exponenciarlos. que los protagonistas siempre fueran los mismos y los figurantes, distintos. que no deja de ser lo que pasa en la vida: hay millones de figurantes. pocos protagonistas. Y me gusta tu idea de subastar a los figurantes, de ofrecer «packs», de que tengan el número pintado en la espalda y se les llame por su número y no por su nombre. y de que escriban sus historias en el ordenador distinguiéndose por el número.

he empezado a soñar con los africanos. me los imagino a todos fumando todo el tiempo. mucho humo. mucha niebla (…)

Fuente: http://www.marta-galan.com/

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Textos publicados en CORNAGO, Óscar (Coord.), Manual de emergencia para prácticas escénicas. Comunidad y economías de la precariedad, Madrid, Continta me tienes, 2014, pp. 234-243

Sueño 1

Estábamos en un edificio en ruinas
Con muchas plantas y abajo un gimnasio donde se iba a representar el espectáculo
Lo primero que veo es a Marta haciendo un número erótico
Está preñada de nuevo con una barriga enorme que le impide bajarse las bragas
Una actriz que no conozco quiere interpretar la escena
Dice que aprendió a declamar de pequeña, que lo lleva en la sangre
Hay gente por todas partes, casi no puedo caminar
Un grupo de niños de Sarriá canta canciones de campamento con coreografía
En la escalera unos brasileños no paran de tocar samba y se ríen
Están todos muy contentos de participar
«Llegan tres fanfarrias del barrio», dicen
«¿De qué barrio?», les pregunto
Pero no contestan y me enseñan su número estrella
Tres bandas de tres generaciones al mismo tiempo
Tres generaciones, me insisten, y tocan, están muy contentos de participar
Intento organizar
Pero aparecen Javier Bardem y Penélope Cruz
Y dicen que quieren cocaína
Yo les digo que estoy ensayando
Pero ni puto caso
Hay unos tíos con traje que les acompañan y que se empeñan en que me fume un puro con ellos
No puedo fumarme un puro ahora, estoy ensayando
El grupo de los negros no responde, están tirados y no hay forma de que se muevan
Aparece mi hijo Yago y su amigo Álex y les digo que le den patadas a los negros
Para que se muevan, que hagan algo
Intento organizarlo todo a la perfección
Pero Bardem no deja de comerme la oreja
Nùria y Gonzalo aparecen colgados de una grúa de la Fura dels Baus
Y Gonzalo me dice: «¿Juan, realmente esto es necesario?»
En el gimnasio hay tanto público que no cabe un alfiler
Yo les digo a gritos que hay que hacer espacio para los artistas
Pero no se mueve ni dios
Están todos comiendo un bocadillo que les han dado con la entrada
Entre todo ese ruido
Me imagino un espectáculo perfecto
Mi hijo Yago y su amigo Álex han conseguido que los negros se levanten
Todo va a salir bien
Solo hace falta un poco de tiempo
Ahora no voy a ir a buscar cocaína definitivamente
Estoy esperando al grupo de baile
Y también al coro de mujeres
Que me prometieron que iban a venir
Porque les hacía ilusión
Y porque les habíamos prometido una cinta de DVD para cada una de ellas
Además de un bocadillo con consumición

Sueño 2

Estamos en un hotel de cinco estrellas
Es una especie de balneario con una recepción muy lujosa
En medio de la recepción hay una maqueta con cascadas y fuentes y sirenas
Me dicen que es una reproducción de un jardín japonés del siglo IX
¡Pero si es la misma escenografía que teníamos montada en el teatro!
Para nuestro espectáculo
Salgo corriendo a la habitación de Marta pero no la encuentro
Hay una limpiadora que me quiere vender condones
Y yo le pregunto que dónde está la que vive aquí
«Se fue», dice
«¿Cómo que se fue?»
«Vinieron unos negros a buscarla»
Miro por la ventana de la habitación y veo una avenida colapsada por siete camiones
Llaman de recepción y me dicen que los trailers han llegado
Que vienen cargados con la escenografía del Turandot
Y que no pueden llevarse nuestro balneario japonés Porque es peligroso, es defectuoso
Yo les digo que no es un balneario japonés
Que es un lugar de fantasía sin ninguna relación con la realidad
Los camioneros se ríen entre ellos
«La fantasía no existe amigo», me dicen
«Si quieres comer con nosotros, puedes subir al camión»
Entro en uno de los trailers, huele a jabón de Marsella
Hay unas chicas en bikini bailando la lambada
«Le mandan estas chicas del Teatro de la Ópera de París para su jardín japonés», me dice un camionero que se parece a Marlon Brando
El camión arranca y veo que, entre las chicas, Gon y Nùria están atados con cuerdas
Mira qué buena idea para la escena, Juan
Lo de la grúa no acababa de funcionar, así es que lo vamos a hacer tipo bondage
Estilo jardín japonés
¿Pero quién os ha dicho que es un jardín japonés?
Llegamos al teatro y la escenografía está desmontada
Las chicas del bikini me empiezan a mantear en el hall
Y el público aplaude mucho, ha sido un gran éxito Voy hasta el escenario
Y me encuentro a Marta con los negros, ensayando una obra que me dice que nunca nadie había representado antes
Que todo el mundo se había enterado del plagio y que no me preocupara
Que ya estaba todo organizado
El coro lo hemos cambiado por un rebaño de ovejas
Va a ser una imagen brutal, ya verás
Estoy mareado
Me siento en el patio de butacas
Cuando abro los ojos estoy rodeado de ovejas
Que hablan del precio de la lana
Y de lo contentas que están porque después de la función las van a esquilar y con el dinero van a construirse un spa con inspiración japonesa en medio de la granja
En algún rincón del teatro suena la batucada