Pertenecer a la especie humana y observar la especie humana son los primeros dos momentos a los que la existencia nos tiene expuestos.

El tercero es el producir desde lo que vemos o descubrimos, para todos los demás.
Los seres humanos nacemos pegados a nosotros mismos y programados para, fundamentalmente, reproducir lo que se nos enseña. Sometidos a esta programación, somos en este sentido, víctimas de los que otros han hecho de nosotros mismos.
Por decirlo de otra manera, nosotros no somos nosotros, nosotros somos… ELLOS.
Oscilamos así entre la extrema centricidad y la posibilidad nada gratuita para poder ser excéntricos.

Así las cosas, y enjaulados en nuestras propias personas, percepciones, familias, grupos sociales y culturales, genes, hormonas y demás torturas, encuentro que es sólo a través de la producción de conocimientos científicos y artísticos, que podemos distanciarnos de nosotros, para, si podemos, dejar constancias con nuestro trabajo para que otros puedan trabajar en sus propias pistas existenciales. Ni se me ocurre hablar ya de la libertad, que en estas condiciones o limitaciones a las que nos somete la propia especie y la existencia, me parece una fantasía.

Mi trabajo trata, o al menos lo intenta, sobre esto.

Sabiendo que es difícil pero posible pensar de otra manera, es que me embarqué en las nuevas formas de pensar, desde las artes. Y mi desarrollo en las artes se inició en las visuales. Hoy día me interesa lo transdisciplinario porque como también los campos de conocimiento se hicieron disciplinares y hacia la especialización, creo que en los cruces de fronteras podría haber más opciones y menos encierros.

Por eso en cuanto a las temáticas, me han interesado las más difíciles y que requieren de propuestas radicales para provocar choques de ideas y emociones, que si se dan, abren puertas y ventanas dándole aire fresco a la conciencia individual y social. Así que desde el principio y por ser mujer, educada en la clase media informada, pues he hablado de las represiones al cuerpo y al intelecto femenino, hacia y desde la sexualidad y desde la posición política feminista. Me interesa mucho presentarme a mí misma y no representar a otros u otras. Creo que en el performance, el sujeto se convierte en el objeto de trabajo. Y ese sujeto se hace responsable directamente de lo que hace y dice, por medio de su cuerpo, ideas, ópticas, gestos, palabras y en mi caso, siempre acompañada de mis mecanismos los cuales trato de desenvolver a través de la sorpresa y el humor sarcástico. Me interesa poner mi mirada en lo que viene y no en pasados nostálgicos. He descubierto que la realidad es penetrable y que podemos dejar nuestro centro original para ir más allá de lo que las estructuras permiten originalmente.

Y como siempre he sido entusiasta, y me aburro pronto de lo que no me llama la atención o me pica la curiosidad, me interesa tanto conceptualizar, producir mi obra como la de otros que me lo piden. Me interesa estudiar, investigar y escribir para explicarme las cosas y encontrar, no la razón, sino mis razones. Soy maestra porque sigo creyendo que si nadie nos lo dice o no lo vimos, ni se nos ocurre. Como profesora mi papel es dar a los que no saben o no lo han visto, lo que yo sé y he visto. Nunca me ha importado si hay interés o no, por aquellos que se interesan, sigo con mis clases, cursos y conferencias.
Me considero una artista y una diseñadora no convencional, alógica, del tipo neopostransconceptualista, estridente.