En 1987, Ana Alvarado fusionó su formación como artista plástica con la actividad teatral. Ingresó al Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, luego de estudiar durante tres años con su director Ariel Bufano. Actualmente sigue perteneciendo a este elenco, que es dirigido por Adelaida Mangani. Con ellos participó en calidad de intérprete en El Gran Circo, La Bella y la Bestia, Guillermo Tell y su hijo Gualterio, Peer Gynt, El Príncipe de Homburgo, Robin Hood, El Pierrot Negro, Mariana Pineda, Historia de gatos, Breve vida, Gaspar de la Noche, El pájaro azul y El árbol. Además, estrenó con el elenco sus propias obras La Travesía de Manuela y El Niño de Papel y, en calidad de dramaturgista, Romeo y Julieta. Como autora dramática y directora se especializó en obras de teatro y /o títeres para niños (El Detective y la Niña Sonámbula, Oceánica, un cuento de sirenas). Asimismo, se desempeñó como escenógrafa en Historias con desperdicios y Abasto en sangre.
Alvarado combina la práctica artística con la reflexión teórica y la docencia teatral. Su tesis de Licenciatura en Artes sobre el tema de las Vanguardias del Siglo XX en el Teatro Argentino de la Post-dictadura se pubicará en breve y, actualmente, tiene a su cargo la cátedra de Dirección III de la carrera de Dirección Teatral en el Instituto Universitario Nacional de Arte de Buenos Aires.
En el año 1989, fundó con Daniel Veronese y Emilio García Wehbi– también integrantes del elenco de Titiriteros del Teatro Municipa General San Martin- El Periférico de Objetos de teatro con objetos para adultos, con el que ha participado en los principales festivales del mundo y ha obtenido numerosos galardones. Los trabajos realizados junto a Ariel Bufano y la incidencia de los textos teóricos y de los espectáculos que Tadeusz Kantor presentó en Buenos Aires fueron factores decisivos en la configuración estética del grupo.
La característica de El Periférico de Objetos, en su primera década de vida, fue mostrar lo que no se debe, lo obsceno y lo siniestro, mutar en extraño lo familiar. Los trabajos de esa etapa se centran en una particular relación entre los objetos -tradicionalmente antropomórficos- y la palabra. Es justamente en esta relación hombre-muñeco donde el trabajo del grupo apunta a zonas más profundas. Retomando algunas de las propuestas artaudianas, recupera para el teatro una dimensión mágica en la que, en determinados momentos, el actor-manipulador se convierte en un medium que da vida a lo inanimado, que mueve al muñeco, que lo acaricia o lo castiga, pero también, personaje que se convierte en el antagonista de ese mismo muñeco, que en ocasiones parece cobrar vida y conducir o arrastrar al titiritero. Este desdoblamiento objeto-actor no es sólo un hecho mecánico, producto de una técnica de manipulación, sino un elemento fundamentalmente emotivo. La representación se convierte en un rito que posee en sí misma la virtud de animar lo inanimado. Este efecto mágico de animación de lo inerte no puede atribuirse ni a las palabras pronunciadas, ni a los gestos efectuados, sino a una ilusión emotiva (término que Veronese emplea para referirse a los efectos que genera su técnica de manipulación), que se aparta de los procedimientos tradicionales de los titiriteros. Rito mimético, basado en el principio de que lo semejante produce lo semejante, pero también rito emánico en el que la materia que aparece en todas las cosas podrá producir poderes mágicos.
Poco a poco, el Periférico de Objetos experimenta con diferentes posibilidades expresivas. Por un lado, el muñeco comienza a compartir su protagonismo con actores y actrices. Quizás, por eso mismo, se incorpora la palabra como un lenguaje relevante en el desarrollo de escénico. Por otro lado, se amplían los tipos de objetos empleados con la incorporación de las muñecas antiguas de porcelana, con ropas de la época, sin las pelucas que esconden los cráneos ahuecados. Hacia fines de los 90 y principios del nuevo siglo, se amplía la temática (en Monteverdi Método Bélico se exploraron las posibilidades de la exhibición escénica de la cópula entre cuerpos humanos y cuerpos objetos, generando inquietantes imágenes de placer y desolación) y se integra una tecnología más sofisticada (los detalles estremecedores de una operación de corazón que se desarrolla sobre el escenario son minuciosamente visualizados por medio de una pantalla, que no sólo amplía y acerca el campo escópico, sino que deviene pantalla de otra historia, de las escenas de una guerra librada por pequeños soldaditos de juguete, estratégicamente distribuidos sobre el cuerpo del muñeco tamaño natural que yace en la camilla quirúrgica). Asimismo, el grupo incorporó la materia orgánica viva en escena (Zooedipous): renacuajos, insectos, aves y sus múltiples correlatos, que distanciaban y enrarecían aún más la presencia corporal del actor.
(Texto extraído de TRASTOY, Beatriz (2006) «La mirada periférica de Ana Alvarado: entre la carnalidad del actor y la cosidad del objeto escénico» AAAV)
Compañía
Otras obras
- El último fuego – 2009
- El pequeño elefante – 2008
- Spa conceptual II – 2007
- Bálsamo – 2007
- Pulgarcito -2005
- Spa conceptual. Hacerse una soledad. Un continente ineludible en la sinfonía del cuerpo – 2005
- Manifiesto de niños – 2005
- Una pasión sudamericana – 2005
- La Chira. El lugar donde conocí el miedo – 2004
- Se busca un payaso – 2004
- Los débiles – 2003
- Espiar la noche – 2003
- Gloria y Marcelo -2002
- El Detective y la Niña Sonámbula -2001
- Oceánica, un cuento de sirenas -2000
- El niño de papel – 2000
- Cámara Gesell 1994
- La Travesía de Manuela 1993
- Variaciones sobre B… (Becket) – 1992
- El hombre de arena – 1992