Pasos Delicados. Delito de Noche y cuerpo presente.
Delito de Noche es, más que un espectáculo de danza-teatro como anuncia su presentación, una comedia negra de expresión mímica. Un policial crudo en tono de suspenso, un thriller propiamente, sustentado en el lenguaje del cuerpo que involucra eficazmente danza y teatro no hablado (metáforas formalistas, representaciones mímicas textuales, coreografías individuales o de pareja); pero también imágenes en movimiento, estética cinematográfica, efectos de comics, muecas de clown, e incluso gags clásicos y largamente celebrados de maestros como Chaplin. Es con estos recursos que la sencilla anécdota del lúgubre hotel donde habita una loca -sensacional Tati Valle Riestra- y las misteriosas muertes que ocurren dentro de el, logra extenderse en mas de una hora, y divertir efectivamente a una platea que no pierde atención y que acusa apenas algunos baches, como los redundantes devaneos sexuales de las parejas protagonistas. Una anécdota que, como buen thriller, acaba sin resolverse: la amenaza orate sigue latente.
(Diario El Comercio. Lima, Perú. Septiembre 1996)