El Paraíso es una palabra corrupta que se puede materializar en un lugar geográfico para algunos, en un coche último modelo para otros o en una clase de yoga, cada cual hace lo que puede por aliviar lo inevitable. En el lado opuesto a ese no lugar, está el miedo, un negocio emocional que hoy en día se encarga de festejar la confusión de este acelerado principio de siglo. El Paraíso es un lugar tranquilo es un decálogo de acciones o especulaciones escénicas sobre el miedo o la representación del mismo.
De: Óscar Cornago
Fecha: 6 marzo 2014 14:19:17 GMT-03:00
Asunto: bem vindo ao mundo
Para: Juan Navarro
Cuando nos ponemos a divagar sobre lo que pasa en el mundo y nos referimos a la política, la economía y todas esas cosas a las que les ponemos nombres genéricos, como para entendernos, en el fondo no nos enteramos de nada, porque para enterarse de algo uno no puede olvidar cosas como el miedo o el deseo, que quedan más allá de esos grandes nombres. Por miedo, una persona puede llegar a hacer cualquier locura. Yo estuve a punto de matarme saltando por la ventana de un hotel solo por miedo a un incendio, del que en realidad ni siquiera llegué a ver las llamas. Por miedo uno puede llegar a matar, claro; una gran parte de esa violencia que tratamos de explicar con buenas o malas razones tiene que ver con todo esto del miedo. Cuando la gente se juega la vida tratando de cruzar una frontera, sabiendo que muchos de ellos van a morir seguro, eso solo se hace por miedo, por miedo a la pobreza, a la miseria, a no poder tener una vida medianamente digna, y lo demás son rollos patateros, todas esas discusiones acerca de la inmigración, Europa, la economía y todo eso, tenían que empezar por ahí, hablando del miedo y de lo que uno es capaz de hacer en determinadas circunstancias.