Una obra escénica con influencia de las artes plásticas, parada en el tiempo, inacabada y sin plazo de finalización. Forma parte una serie iniciada en 2004 por el dramaturgo Carlos Marquerie, uno de los mejores iluminadores nacionales. Una acción – instalación poética, con cuatro actores.
Pertenece a la serie escénica El cuerpo de los amantes, un ciclo de obras escénicas y plásticas que versan sobre el amor y la muerte, sobre aquello que de este binomio es indescifrable para la razón, y se verbaliza en manos de la poesía.
Los cuatro actores, Tania Arias, Lola Jiménez, Gumersindo Puche y Getsemaní de San Marcos, trazarán una historia sobre el amor y la muerte mediante sus reflejos emparejados que confundiéndose, buscan el momento en el que la visión se cuestiona aquello que ve, se adentra en el abismo de sus sombras.
Una obra en la que el tiempo no convierte la acción en un hecho dramático, solo erosiona y deja su huella en el hombre, como el mar que golpea constantemente sobre la roca, en apariencia retorna a las profundidades dejando únicamente su rumor, y al acumularse el tiempo llega a desgastar la piedra.
(Del programa de mano)