La Verdad Disfrazada De Juguete.

Platos Rotos es el resultado de una investigación en la cual el detonador fue Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carrol. Partiendo de la libre intromisión en el mundo de los sueños, Mirella Carbone señala nuestra ajenidad respecto al sistema y la certeza de que cada uno tiene su muñeca del brazo de la cual evade. Un viaje en tren nos aleja de lo cotidiano y nos sumerge en ese mundo donde la ligereza de una melodía infantil evidencia el grosero abismo entre lo socialmente deseable y lo que deseamos.

Lo precario de la estabilidad obliga a las transformaciones oportunistas según la silla que se ocupa, a las majaderías superficiales de las apariencias y al disparatado poder de los uniformes y los travestismos que alteran de tal modo las reglas, que cualquiera puede resultar culpable. Acudimos entonces a la destrucción de la civilización, al triunfo del caos y estrellamos la vajilla contra las paredes. Pero nadie está dispuesto a levantar los añicos. Aunque nos estemos cortando, esperamos sangrando que el siguiente limpie. Se trasladan las culpas en medio de esa incapacidad para escucharnos y el mentiroso silencio que sólo espera el momento para justificarse, aún sabiendo que nadie nos prestará atención. Cuando el tren nos devuelve, constatamos que el absurdo impera y que la única diferencia entre la vigilia y el sueño, es la continuidad del argumento.

Javier Ponce Gambirazio