«El motivado principal para desarrollar esta pieza fue observar y comprender la dificultad que implica colocar un puente que genere una comunicación con los demás, lo que ha sido una labor creciente y continua, llena de fallas e incomprensión de mi parte, pero que da como resultado el enriquecer la vida y la empatía con los demás.

Me interesó desarrollar junto con otra persona esta obra que implicó colocar 60 piezas de madera a lo largo de la nave principal de Ex Teresa. Durante el desarrollo de la acción, el proceso físico de construir ese ‘puente’ enfatizó la labor que se necesita para comprender al otro como parte del proceso de autoconocimiento.

De un círculo de madera de 2,40m de diámetro corté las piezas usando una caladora; el sonido de la herramienta se amplificó por medio de un micrófono. Del otro lado de la nave principal, Roberto de la Torre, con ayuda de un megáfono leía los textos de 15 personas distintas colocados en piezas de madera. Ambos, de extremo a extremo del espacio, nos dedicamos a poner las piezas de madera hasta encontrarnos en el centro.

Algunos escritos:

‘Hoy me acordé de mi cuñado Sergio, hace 1 año y 2 meses murió, me quedé largo tiempo pensando en él, casi inmóvil, después llovió un poco.’

‘Mi vida es demasiado valiosa, demasiado preciosa para pasármela mal.’

‘La oscuridad del mundo no es más que una sombra, detrás de ella incluso a nuestro alcance está la alegría.’  Lorena Orozco.