1
EL DESENCANTO
Se inicia en oscuro y evoluciona hacia la penumbra.
Fiesta a la que me invito solo.
Fiesta donde rompo los lazos que me unen a los demás.
Yo no entiendo ninguna fidelidad a esos lazos
Cualquiera que me ame está obligado a romperlos
a romper esos lazos.
El acto de amor cabal
consistiría en salir por la noche
al acecho
y no de algo en concreto
sino de un imposible.
Y con los ojos abiertos desmesuradamente contemplar el cielo.*
Mi moral: hacer lo mínimo imprescindible para no resultar un loco.
Un animal loco.
Entiendo la palabra alimento como lo que es: un instante de autorreflexión.
De la misma manera que entiendo la relación con una persona como lo que es: un
instante de apertura.
Ofrezco mi lomo a tu mano
ya está
ofrezco mi respiración a tu paseo
ya está
mi juego a tu tristeza
mi reposo a tu reposo.
Esta es mi condición: encontrar en mis acciones un movimiento libre y
desinteresado.
Imaginar un lugar donde la única ley en vigor sea la ley de la naturaleza.
Mogly
El libro de la Selva
Tarzán de los monos
Rodríguez de la Fuente
Cousteau
Te pongo un ejemplo: la abeja reina.
La abeja reina no es reina por tener más fuerza ni más armas.
Es reina porque no tiene necesidad de tener armas
de exhibir sus armas.
La abeja reina del panal es reina porque no tiene aguijón.
Otro ejemplo:
cuando dos osos pardos se pelean por una hembra
(lo que quiere decir también pelearse por un territorio)
el que pierde, se retira.
Lleva el lomo húmedo de saliva y de sangre
y busca un lugar solitario donde dejar caer todo su peso contra la tierra y
descansar.
Los osos no matan osos.
Asumen la derrota y se van con el rabo entre las piernas
Para la mayoría: los hombres son hombres porque tienen manos
porque usan las manos.
La mano distingue al hombre de los demás animales.
Pero la mano es también la mano que levantas contra los de tu propia especie.
Inteligencia igual a objetivación de la realidad.
O sea: veo lo que no soy, lo reconozco y lo destruyo.
Ahora estoy aturdido.
Estoy aturdido como la garrapata está aturdida cuando se deja caer sobre el lomo
caliente del perro.
Estoy aturdido como la garrapata está aturdida cuando responde a los tres únicos
estímulos que conforman su mundo: el olor a sudor del mamífero, el olor a sangre
del mamífero y la temperatura de 36º del mamífero.
Me dejo caer desde la misma ceguera y desde la misma sordera que se deja caer la
garrapata.
No oigo nada
no veo nada
pero respondo a esos tres estímulos como la garrapata responde a esos tres
estímulos: con la intensidad y la pasión de saberse haciendo algo en lo que le va la
vida.
Con el mismo desprendimiento.
La misma alucinación.
Estoy aturdido como está aturdida esa bestia sin voz, sin oídos, sin visión.
Pero, aun así, en ese lugar obtuso, puedo imaginarme un espacio donde existir sea
alguna cosa más apasionada que esta sinrazón con cara de hombre.
Este desencanto de ser hombre.
Soberanía
Representación
Infancia
Libertad
Democracia
Mentira
Integración
Civismo
Responsabilidad
Condolencia
Usurpación
Colaboración
Vejez
Pacificación
Intervención
Cirugía
Libertad
Extorsión
Prevaricación
Promoción
Tasación
Mediación
Cultural
Social
Igualdad
Deporte
Contrato
Felicidad
Reparto
Reacción
Rebelión
Consumo
Terrorismo
Carencia
Familia
Deuda
Inercia
Alza
Implicación
Transición
Libertad
Inanición
Desprotección
Reorientación
Intereses
Puta
Necesidades
Sumisión
Imposición
Negligencia
Preceptos
Doctrinas
Recomendaciones
Control
Prevención
Educación
Bien común
Riqueza
Acumulación
Ecología
Ascenso
Economía
Revolución
Naturaleza
Negociación
Dialogo
Desarrollo
Parque
Hipoteca
Envidia
Casa
Caravana
Mediación
Chusma
Accidente
Protección
Sexualidad
Lógica
Comunicación
Masas
Compulsión
Mercancía
Dividendo
Sueldo
Divisas
Poder
Mandarina
Misa
Indígena
Alienígena
Política
Poética
Estética
Conservador
Radical
Soledad
Centurión
Medusa
Playa
utilizaré a menudo estas palabras pero ya no sabré lo que significan.
Será como estar cantando una canción en inglés
sin haber aprendido nunca inglés.
Digamos que tengo el lenguaje, pero también tengo la confusión
¿Os sabéis ese del papá gato que les dice a sus hijos gatitos: venga, vamos, que os
voy a llevar a follar. Y salen todos a la calle bien contentos. Pero en la primera
esquina aparece un perro enorme y acaban dando vueltas a un árbol: los gatitos, el
gato y el perro detrás. Entonces uno de los gatitos se gira al papá gato y le dice:
papá, papá, yo creo que follo una vuelta más y paso.
Es un chiste pero no es un chiste.
Es la versión felina de la primera toma de conciencia, es decir: del desencanto.
*Juego intertextual con el inicio de El pequeño, de George Bataille.
2
POR EJEMPLO, LA PALABRA ESFUERZO
Por ejemplo, la palabra esfuerzo.
Pienso en la palabra esfuerzo y me entran escalofríos.
Piel de gallina.
Me da lo que se dice mal rollo, marrón, jamacuco.
Cuando era más joven creía en la palabra esfuerzo
y en las siguientes palabras que seguían a la palabra esfuerzo.
Creía que después del esfuerzo
iban a venir expresiones del tipo
merece la pena el esfuerzo.
Pero hoy la palabra esfuerzo
me resulta insoportable y me resbala.
Nada de nada de nada de nada merece un esfuerzo.
Nadie reconoce el esfuerzo de nadie.
El esfuerzo es la otra cara de la decepción.
No hay experiencia que merezca un esfuerzo.
Y por eso, cuando pienso en la palabra esfuerzo
me intranquiliza pensar en todas las cosas que un día hice
pensando en la palabra esfuerzo
y que luego se quedaron a medias
cuando yo tenía
(realmente)
la sensación
y la esperanza
de estar haciendo un esfuerzo.
Y lo mismo con la palabra experiencia.
Tampoco existe para mí la palabra experiencia.
Esa palabra experiencia significa “te vas a joder, porque no es posible prevenir
nada”.
Cada hombre que amas, va a ser siempre el primer hombre que ames.
Cada conversación, la primera conversación.
Un desengaño, el primer desengaño.
Y la tristeza de un día cualquiera
siempre va a ser la primera tristeza de un día cualquiera.
Te pilla por sorpresa y te pilla en bragas.
Siempre la misma sensación de estar desorientada
de que no existen mapas de navegación
ni guías de viaje
mi modos definitivos
incuestionables
de actuar.
Ahora me viene a la cabeza una película de boxeadores.
Trata de un boxeador que es una mierda de boxeador
pero sus representantes le convencen de que es el mejor de los boxeadores.
Y con esa mentira le están traicionando.
Apañan con pasta las peleas y el tipo se cree que es la hostia
que es el mejor
que nadie puede con él.
Y lo que pasa es que su misma gente le está traicionando.
Menos Humprey
Humprey Bogart
que es el menos malo de la película y, al final, le echa un cable.
Por suerte acaba todo bien y el boxeador vuelve a casa de su madre.
Al campo, que es dónde tienen que estar: con su gente y en el campo.
La película se llama Más dura será la caída
y se entiende, ¿no?
A mayor altura, peores consecuencias.
3
VICTORIA ALMANSA MÍNGUEZ, FAN DE DEPECHE MODE
Me llega una carta certificada.
De hacienda.
La abro, la leo y no entiendo nada.
Es una carta dirigida a mí
(con mi nombre, mi dirección, mi NIF, mi código de la seguridad social)
y no consigo entender nada.
Me fijo en las casillas del final
donde pone a ingresar.
Lo único que entiendo es que en la casilla
a ingresar
hay un 443.
Eso significa que tengo que pagar 443 €.
Eso lo entiendo.
Bien.
Lo que no entiendo es el porqué
en concepto de qué.
Me lo explican, en la carta.
Pero me lo explican mal.
De esa manera oficial que nunca se entiende.
Así que los 443 € y yo acabamos en el gestor.
El gestor me explica
que se trata de una pasta que le debo a Hacienda desde el año 2000.
Joder, ¡¡estamos en el 2005!!
¿Esta gente quiere que pague una pasta de hace cuatro años?
¿Se han vuelto locos?
El gestor me aconseja que me tranquilice
y me pide que le resuma mi actividad económica durante el año 2000.
¿El año 2000?-le digo
¡Joder, yo que sé!
Haga un esfuerzo, me dice.
Vale.
Me concentro en detalles superfluos para tratar de que fluyan los recuerdos fiscales.
Le cuento que en el año 2000 tenía una novia de Albacete
Victoria.
Victoria Almansa Mínguez.
Fan de Depeche Mode.
Con familia en Salamanca y Manresa.
Morena.
Buen culo y tetillas tipo almendra, pequeñas y en punta.
Vaya a los datos fiscales. Sintetice.
Le digo al gestor que se tranquilice.
Que tenga paciencia.
Que el único modo que tengo de llegar al Fisco
es por la vía de la sugestión sensorial.
Que ya estaba llegando, pero que me ha cortado el chorro.
Le cuento que a Victoria la conocí en el curro.
yo daba clases de Lengua, Literatura, Historia, Historia del Arte, Ética y Filosofía en
una academia privada de Bachillerato y ciclos formativos de grado medio y superior
y ella curraba en el bar de enfrente.
Sirviendo desayunos y menús de mediodía.
El gestor flipa.
¿Cuántas carreras tiene usted, señor?
¿Historia, Filosofía, Filología…?
Una, señor.
Sólo tengo una carrera –le digo. Soy licenciado en Historia.
Imagínese de qué tipo de escuela le estoy hablando.
Una puta tapadera.
En cada clase había seis o siete alumnos que no existían.
Pasabas lista:
Mónica Rebollar.
No existe, soltaban los alumnos.
Ruben Blánquez.
No existe
Dani Ullas
No existe
¡Se inventaban alumnos para pillar subvención del Gobierno, los muy mamones!
Un negocio del quince: mantener a los alumnos bajo mínimos
para que no tengan margen de maniobra.
Para que se queden en tu casa.
En tu escuela.
El director los reunía a los de tres en tres en su despacho
les ponía encima de la mesa libros de derecho, medicina, economía
de esos gordos
de los que pesan
con la letra pequeña y apretada
y trataba de convencerles de que no tenían nivel.
A cada cual, lo suyo – les decía – a vosotros os toca seguir aquí los ciclos formativos
de grado superior. La Universidad os queda grande.
El muy hijo de puta se llevaba a los alumnos de tres en tres a su despacho
para demostrarles su incapacidad.
Yo me los llevaba de siete en siete a tomar cañas al bar de Victoria
y les pasaba el temario de la Selectividad.
Por si les daba el punto.
Aprobaron 12 y a mi me pusieron de patitas en la calle.
Firmé la baja en septiembre y luego al paro.
Cuatro o cinco meses cobrando del paro.
Hasta febrero de 2001.
¡Pues ya está, joder, ya lo tenemos!
Los dos perceptores.
El gestor me explica que cuando cobras de más de dos perceptores
(en este caso: la Academia y la oficina del paro, que también cuenta)
estás obligado a declarar esa pasta.
Le dejo claro que no tengo ese dinero
y me comenta que puede pedirse un aplazamiento
y es eso, exactamente, lo que hago al día siguiente
en persona
en las oficinas de recaudación de Hacienda.
Hasta aquí, bien.
Bueno, bien del todo, no, porque sigo sin curro y con la deuda pendiente.
Pero bien.
Reorientando mi vida.
Tratando de buscar mi lugar, mi función dentro del sistema, ¿no?
Apuntándome a los cursitos y eso.
Tranquilo.
Con esperanza, joder.
Y fíjate que hoy, después de seis meses de lo del aplazamiento
me he levantado pensando: qué raro, macho, que raro que no digan nada estos de
hacienda…
y así como por intuición
con los 443 € flotando en mi cerebro
(como una amenaza de muerte)
443 € flotando en mi cerebro
he bajado al portal
he abierto el buzón
y he encontrado la segunda carta.
Una segunda carta de Hacienda que, esta vez, he entendido a la primera.
Hacienda acaba de embargarme, sin previo aviso, los jodidos 443 €.
La irrisoria cantidad de 443 €.
Fin de la esperanza.
567 €, que es todo el dinero que tenía en el banco, menos 443 €, es igual a 124 €.
Si estás en el paro y te embargan 443 € sabiendo que tienes en tu única cuenta
bancaria 567 €
sólo te queda pensar una cosa: el Estado quiere aniquilarte.
Bajando la calle hacia el metro
me ronda ese único pensamiento:
el Estado quiere aniquilarme.
¿Qué habrá sido de Victoria?
4
TENGO UNA IDEA
Cuando me dan un tetrabrick de leche
o medio kilo de ternera en bandejas de plástico
o la fruta en bandejas de plástico
las nueces
los huevos
el jamón serrano envasado al vacío en saquitos extraplanos de plástico
el yogur, en vasitos de plástico
las coca-colas, en lata
las cervezas, en lata
el maíz dulce, en lata
el zumo de frutas tropicales, en tetrabrick
las pipas peladas, en envase prefabricado de plástico
las lechugas, envueltas en plástico
los champiñones, en bandejas de plástico
incluso ajo y perejil picados envasados en bandejitas de plástico
no tienen ni la menor idea de a quien le están pidiendo responsabilidad.
Cuando tenía siete años llevaba la botella vacía de Fanta Naranja a la única tienda
del pueblo donde vendían Fanta Naranja y me daban otra botella llena de Fanta
Naranja y además me restaban un duro por el hecho de devolver el envase.
Ahora sólo puedo comprar Fanta Naranja en lata o en botellas de plástico y nadie
me da ni un duro por meter el embase en el container verde o en el amarillo.
¡Un duro por reciclar correctamente!
Bueno, un duro no, porque no hay duros.
20 céntimos por cada embase reciclado.
Sea lo que sea: bandejita, botella, tetrabrick, lata, papelillo: ¡premio!
20 céntimos y a correr.
¡La hostia!, ¡nos vamos a forrar!
Y además, así, en plan iniciativa ciudadana
de rebote
generamos empleo.
Un montón de nuevos puestos de trabajo pagados por el gobierno y por las
empresas.
Porque habría que poner a un tipo al lado de los containeres para que nos diera los
20 céntimos.
Bueno, primero poner a un tipo y después sustituirlo por una máquina estilo
tragaperras pero donde siempre tocara algo:
embase que depositas, moneda que te cae.
¡Sería precioso!
Colas de varios kilómetros delante del container azul
del container verde
del amarillo
Vamos, ¡el esplendor del civismo!
La gente súper concienciada
las amas de casa
las peluqueras
los okupas
los abogados
los ingenieros
los pensionistas
¡Todo dios dándole al reciclaje!
¡Vamos a parecer suizos!
Y luego se armarán empresas alrededor del fenómeno.
Empresas y particulares que separan tu basura a cambio de quedarse con la pasta.
Que no tienes tiempo, le pasas el curro a otro.
Que no tienes espacio, te lo pasan a buscar a domicilio.
Que no te quieres desplazar, pides el servicio por Internet.
www.reciclajefacil.com
Es una idea de puta madre.
La verdad, no sé cómo no se me había ocurrido antes.
Lo que sí me gustaría es que, además, recuperaran el tema del duro en los
supermercados.
Que me devolvieran 20 céntimos en el supermercado cuando les llevo la botella
vacía de Fanta Naranja.
Por nostalgia, joder, por nostalgia.
5
PARA DECIRTE QUE TE QUIERO, PARA SABER QUE ME QUIERES, PARA QUE
SEPAS QUE TE QUIERO, PARA COMPROBAR TU AMOR
Imagen nº 1
Te sumerjo la cabeza en el agua
Te la sumerjo mucho rato, mucho.
Cuando las burbujas empiezan a espaciarse, saco tu cabeza del agua y te reanimo
Cuando me desees tanto como ahora has deseado el aire, entonces te querré.
(Proverbio Chino)
Imagen nº 2
El corazón se supone que sólo lo entregan las vacas, en el matadero.
El mío lo pongo en una cajita de cartón y te lo mando por correo certificado.
Imagen nº 3
Un acto de amor bestial: convertirme en mantis religiosa en mitad del banquete de
bodas. Ahí, sin pudor, delante de mi madre. Delante de tus padres y de toda tu
familia. Devorarte parte a parte sobre la mesa principal. Comerme tu cerebro, tus
nervios, tu corazón.
Imagen nº 4
Otro acto de amor bestial: Voy, y así de decidida me entrego, me dejo crucificar por
ti.
Imagen nº 5
Me dices: me entusiasman tus ojos
Y yo voy, sin más
me los arranco
te los dejo en un plato
y me voy a tientas
(lo dice, más o menos así de irónico y de cañero, el poeta Ángel González.
Baudrillard también recoge esa misma idea para explicar el poder de la seducción,
las estrategias irónicas del objeto)
Imagen nº 7
Un acto de amor total.
Lo que más me reconcilia con mi propia muerte es imaginar un lugar donde tus
huesos reposen junto a mis huesos.
Que nos entierren juntos.
Como a los amantes de Teruel.
Como a Eloísa y Abelardo.
Junto a ti puedo imaginar un lugar donde ser fosfato de calcio sea suficiente.
(tu cráneo sobre mis costillas
tu pelvis contra mi pelvis
las manos entrelazadas)
Y que sobre la tumba
alguien coloque una cadena de música
Aiwa o Panasonic
potente
con watios
Que claven los bafles contra la lápida
boca abajo
y que suene en “repite”
esa balada hortera de los Scorpions
que a ti y a mi tanto nos gusta.
(juego intertextual con un fragmento de Y nuestros rostros, mi vida, breves como
fotos, de John Berger)
6
MUERTES DE PERRO
Otra de las cosas que distingue al hombre de los animales es el vínculo que tienen
con la muerte. El comportamiento de una mona lactante, de una mona que acaba
de parir, no cambia cuando muere su cría. La mona se relaciona con la cría como si
ésta aún estuviera viva. Al inicio, no suelta a la cría muerta. Continúa apretándola
contra su pecho para que se agarre y la lleva en sus brazos a todas partes. La
mona sólo renunciará a su cría cuando ésta no sea más que un amasijo de piel y
huesos en descomposición.
Cuando era pequeño
mis padres me llevaban de excursión al cementerio
a visitar a los muertos
a limpiar las tumbas
a cambiar las flores
a merendar
en el cementerio.
Pero no recuerdo tener conciencia de lo que quería decir morirse
palmarla
irse de este mundo
hasta que cumplí 17 años.
Era una tarde asfixiante de julio.
Yo acompañaba del brazo a mi padre.
Íbamos detrás de un ataúd.
Sin prestar demasiada atención
me fijé en las iniciales doradas
escritas en la parte trasera del féretro:
J.A.C.
Joan Arbolí Clua.
Mi abuelo.
Vale, más fácil, ¿quieres merendar?
¿Qué pongo? ¿patatas, aceitunas, mediaslunas?
¿Las quieres de jamón o de chorizo?
Vale, lo voy a intentar.
Empiezo por otro lado.
Tú quédate con que hay cuatro opciones.
Cuatro opciones.
La primera es la aséptica
¿Tú tienes perro?
Bueno, pues imagínate que tienes un perro y que está muy enfermo.
Imagínate que tu perro tiene un cáncer de perro.
Un cáncer terminal.
¿Sabes lo que quiere decir terminal?
Quiere decir que el perro se va a morir
Que no hay solución.
Entonces tu padre decide que hay que “sacrificar al perro”
Y quédate con esta expresión
“sacrificar al perro”
A un perro que tiene cáncer no se le mata, se le sacrifica.
Porque sería raro ver salir a tu padre del garaje con el 4×4
el perro tumbado en el asiento de atrás
tú en el jardín
jugando lalalalala
y que tu padre bajara la ventanilla y te dijera: tú quédate en casa, hija, haz los
deberes y acábate la merienda que yo voy a matar al perro.
Imagínate, qué trauma.
Y por eso tu padre no te puede decir “tú acábate el desayuno que yo voy a matar al
perro”
Por eso dice “acábate el desayuno que voy a sacrificar al perro”
¿La has pillado?
Vale
Esta es la opción número uno.
La aséptica.
Veterinario
hospital
inyección
perro sacrificado.
Luego está la opción número dos, que es la más fácil de explicar.
Opción natural: morirse de muerte natural.
El perro es viejo y un día su cuerpo deja de funcionar.
Se le para la máquina.
Se estropea y punto, deja de funcionar.
Como una lavadora.
Ahora vamos con la opción número tres.
La opción brutal: matar al perro a lo bestia.
Imaginemos otro contexto para perros y amos.
El perro vive en armonía con gallinas y patos en una casa en el campo.
El perro vigila la casa.
Vigila las gallinas y los patos.
El perro es un perro guardián.
Un perro vigilante.
Pero al perro un día, vete tú a saber por qué, se le cruzan los cables y le da por
jugar con los patos y las gallinas como juega un perro con patos y gallinas.
Agarra a las gallinas con los dientes y zas zas zas zas zas
las lanza a más de siete metros.
A los patos
que son más grandes
los trata como a perras.
Los persigue y los monta.
Con las patas delanteras los agarra por detrás
y los aplasta unos segundos contra el suelo
zas zas zas
bombea un rato hasta que los suelta o se sueltan.
Y cuando llegan los dueños del campo
de recoger lechugas
se encuentran con el cuadro:
gallinas ensangrentadas dando tumbos
patos con el cuello partido
y el perro por ahí
como si nada.
No para de jugar, el perro.
Entonces el padre le dice al hijo: pégale un tiro a este cabrón.
Se ha cargado doce gallinas y siete patos.
Y el hijo, obediente
(porque en el campo los hijos obedecen a los padres)
va a buscar la escopeta al garaje
y sin pensárselo dos veces
pum pum pum
El perro a tomar por el culo
Ahora tienen doce gallinas menos, seis patos menos y un perro menos.
Esta opción parece la más violenta, pero, en realidad, es la que implica menos
problemas morales y de conciencia: al perro se le pega un tiro por cabrón, porque
no ha sabido distinguir el juego del asesinato.
Y, por último, la opción accidental: matar a un perro sin querer.
El perro es joven
Acaba de llegar al pueblo
y en los pueblos, ya se sabe, los perros, los niños y los abuelos se sueltan por la
calle como si nada.
Imagínate: el campo de fútbol, las dos porterías y la carretera al lado.
El perro está jugando con los niños de ocho años lalalalalala
guauguauguau
pásalapásala
y en una de esas la pelota sale disparada hacia la carretera.
¿Tú que haces?
Te quedas ahí, sin moverte, porque has recibido la orden clara y explícita de “no
salir nunca corriendo detrás de una pelota que se va a la carretera”
Pero el perro es un perro y, claro, nadie le puede explicar las cosas de esa manera
así que sale a toda velocidad hacia la carretera
justo en el instante en que pasa un 4×4.
El coche le da de lleno.
El conductor no tiene tiempo de reaccionar y el perro sale despedido a más de
veinticinco metros.
Rebota en el parachoques y después en el capó y sale despedido por encima del
coche.
Hacia atrás.
25 metros hacia atrás.
El padre se baja del 4×4 y lo primero que hace es comprobar que no haya
abolladuras en el coche.
El perro se ha dado un buen golpe pero el 4×4 está intacto.
Después va a auxiliar al perro, pero el perro ya no responde.
Tiene los ojos abiertos pero ya no respira.
En ese momento el padre toma conciencia de lo que acaba de hacer.
Acaba de matar a un perro.
Y cuando llega a casa
del trabajo
llega aturdido
y su hijo le pregunta: ¿papito, papito, ¿qué te pasa, papito?
y el padre que le mira
aturdido
y le dice: joder, hijo, qué putada, se me acaba de cruzar un perro en la carretera y
lo he matado.
Y entonces el niño, por primera vez, verá a su padre como lo que es: un hombre
insignificante y aturdido que acaba de cagarla.
Porque las personas normales, a menudo, la cagan.
¿Lo tienes?
Vale.
Ahora vas a explicarle a la gente que ha venido al teatro qué es lo que has
aprendido
cuáles son esas cuatro opciones.
Tema: tipos de muertes de perro.
7
NO TENGO NI PUTA IDEA DE NADA
No sé qué es mejor:
poner a estudiar a mis hijos o que empiecen a currar a partir de los siete u ocho
años.
Me parece más lógico.
¿Para qué coño van a empezar a trabajar con 18 o con 24, que es cuando lo que
pide el cuerpo es “disfrutar de la vida”?
¿Cómo coño van a disfrutar de la vida si no tienen lo que se dice “una estabilidad”?
Por eso creo que les voy a poner a currar a partir de los ocho años para que a partir
de los 20 ya tengan lo que se dice “una estabilidad”*
Que puedan, si quieren, dejar de trabajar y dedicarse a disfrutar de la vida
a llevar una vida intensa
a hacer actividades idiotas como pintar, viajar, escribir o leer libros
que son actividades idiotas pero que alimentan el espíritu.
Aunque, a estas alturas, la verdad, no sé si conviene alimentar el espíritu
o mantenerlo a raya, al espíritu.
Hacer como si no existiera, el espíritu
¿Existe, el espíritu?
¿El alma?
Esas cosas.
La verdad, ni puta idea.
No tengo ni idea.
Tengo delante infinitas posibilidades y tengo la sensación de que elija la que elija
la estaré cagando.
Y lo jodido es que la mayoría de las veces confirmo que la he cagado.
De lleno.
Que no hay vuelta atrás.
O sí, yo qué sé.
A veces, sí.
A veces te planteas reorientar las cosas.
¡Venga, vamos a reorientar las cosas!
Con fe, con voluntad, con determinación.
Y cambias el color de las paredes
te apuntas a un gimnasio
dejas de fumar
pruebas el helado de pistacho
o te propones hacer un viaje.
¡Venga, joder, vamos a cambiar de aires, vamos a hacer un viaje!
Pero el tema es adónde.
¿Dónde coño vas?
Esta es otra de las cosas que nunca sé.
He llegado a la conclusión más o menos clara de que lo que necesito es un viaje.
Consulto los catálogos de las agencias.
Me fijo en los destinos.
En las cifras
(en los ceros que tienen las cifras)
elijo uno de los destinos y me fijo en las prestaciones.
Por un lado quiero descansar, sentirme cómoda, como en casa
(darle un respiro a mi cuerpo y a mi cabeza)
pero, por otro lado, pienso: ¡no, joder, no, lo que ahora necesitas es aventura,
riesgo, emoción!
Y entonces me fijo en destinos como Tanzania, India, Bolivia.
Subir al Machu Pichu.
Convivir con leones.
Pasear por Calcuta.
Pero después pienso que no me va a gustar nada hacer turismo en el Tercer
Mundo.
¿Se dice Tercer Mundo?
Bueno, no sé si llamarle Tercer Mundo o qué coño llamarle.
¿Ves, joder?
Me pasa con todo.
Nunca sé como utilizar las palabras.
No sé si está bien decir Tercer Mundo o hay que decir otra cosa.
Tampoco sé si puedo decirle a alguien “t´estimo”, te quiero.
De hecho, no sé si puedo utilizar ni siquiera la palabra “enamorada”.
La frase: “estoy enamorada de ti”.
No sé si puedo llamar “negros” a los negros
o tengo que llamarles “africanos” y no “negros”.
Pienso que diga lo que diga
haga lo que haga
la estaré cagando.
La cago si les llamo negros pero también la cago si les llamo africanos
porque igual, vete tú a saber, el tipo es de Lleida
y no ha pisado África en su vida.
Tampoco sé si poner la tele o no ponerla.
Porque si la pones porque la pones
y si no la pones porque no la pones.
Y luego, otro tema: ¿qué canal pones?
La 1, la 2, la 5, TV3, Antena 3, La Cuatro, los del digital plus…
Así que hago así pim pam con los ojos cerrados y que salga lo que salga.
Lo que no entiendo es por qué coño últimamente en todos los canales hablan de
sexo.
Te informan sobre sexo.
Yo, la verdad, de sexo, sé.
Bueno, no sé si sé o no sé.
Practico sexo.
Eso seguro.
Eso sí lo sé: practico sexo más o menos bien
más o menos con asiduidad
bueno, no sé si con asiduidad o de vez en cuando
no sé, quizá significa lo mismo, ¿no?
¿Significa lo mismo “asiduidad” que “de vez en cuando”?
Bueno, es igual, el tema es que follo
que, sea de vez en cuando o con asiduidad, follo.
Lo que no sé es si lo hago bien o mal
si me estoy perdiendo algo.
Pero a mí estos programas de sexo me lían.
Me confunden.
Por ejemplo: estoy en mitad de un polvo alucinante y pienso
¡Venga, este es el momento, hazle tal cosa o tal otra, eso del programa!
Y entre que lo pienso y lo hago
entre que recuerdo exactamente la fórmula y trato de aplicarla
pasan dos o tres minutos fatales
dos o tres minutos en los que me atranco
me enfrío
y el tipo me pregunta ¿qué te pasa, joder?
y yo le digo: no sé tío, pero creo que me estoy enamorando de ti.
¡Mal, mal! –pienso- ¡Ya la has vuelto a cagar!
Y el tipo se levanta
y me dice que no tengo criterio
así, tal cual (que no viene a cuento, joder, pero me lo dice).
Y yo me quedo pensando en ese cometario desubicado: no tienes criterio
y pienso que el cabrón ha dado en el clavo.
No venía a cuento pero ha dado en el clavo.
Soy una mujer sin criterio, sí.
No tengo ni puta idea de nada.
Por ejemplo, a mi me encanta Julio Iglesias.
Lo que pasa es que no sé si comprarlo o no comprarlo
porque queda como anticuado, muy poco moderno.
Así que, cuando paso por el FNAC, hago como que no veo el CD de Julio
y pido el último de Maná
Pero llego a casa y echo tanto de menos a Julito en mis ratos libres
que acabo volviendo al FNAC y me compro los dos:
un CD de Julio, cualquiera, da igual, para mí solita
y el último de Maná para ponerlo cuando viene gente a casa.
Con el tema de la ropa, me pasa lo mismo.
A mí, comprar ropa me gusta.
Bueno, no sé si me gusta o me sienta bien.
Me sienta bien, creo.
Me pone contenta.
Verme guapa.
Distinta.
(bueno, distinta no, quiero decir: renovada, con olor a tienda, a limpio de tienda)
Pero luego me pasa que la ropa barata, la que me puedo comprar, es made in
Bangladesh o made in China.
Y pienso, ¡Joder! ¿Debería o no debería comprarla?
Y estoy con un pantalón pitillo en la mano
monísimo
por 22 €
y me vienen a la cabeza un montón de imágenes chungas
cosas de la tele
de los reportajes
y pienso:
¡No, joder, no, debería buscar ropa barata made in Manresa o made in Italy!
Y suelto el pantalón pitillo y salgo de la tienda con las cosas claras
con la convicción de que yo no pienso participar en todo ese rollo chungo.
Y entonces me pongo como loca a buscar ropa barata made in Manresa o made in
Italy.
Y pienso sin quererlo en mi pantalón pitillo bonísimo de 22 €.
Y busco sin quererlo un pantalón pitillo que se le parezca
(que se le parezca y que no valga 189 €)
que valga 22 €.
Sólo quiero eso: 22 € de pantalón pitillo made in Manresa o made in Italy.
Y lo que pasa es que no lo encuentro por ningún lado
y acabo dando vueltas por el centro como una gilipollas.
Buscando como una gilipollas ropa barata made in Manresa o made in Italy.
Ropa que no existe.
Bueno, no sé si existe o no existe.
Ropa que no encuentro, quiero decir
(ropa que yo no sé dónde encontrar)
con los pies llenos de ampollas
y con la sensación de que nada tiene sentido.
En plan depresivo total.
Mal lo que se dice mal.
Hundida.
Pensando que no sé por qué cojones estoy aquí
quiero decir: viva.
Aquí, en este mundo, quiero decir.
No lo sé, joder, no lo sé.
No tengo ni puta idea de nada.
*juego intertextual con un fragmento de Creo que no me habéis entendido bien, de
Rodrigo García.
8
REVELACIÓN
Las piedras de la orilla se me clavan en los pies y me hacen salir agua por los ojos.
La madre tiene la falda arremanga por encima de las rodillas.
Los dos más pequeños tienen el cuerpo metido hasta la mitad en el río.
La madre los sostiene y los salpica.
Su doble juego se adivina: darles amarre y espabile.
El padre vigila a la madre desde la orilla.
Al padre no le gusta el agua, pero ama a la madre loca de atar que se remoja y
grita.
La madre de la madre se ha puesto un periódico en el culo
y se ha sentado en una piedra oscura.
El padre de la madre se apoya en un árbol
a la sombra y más arriba
Que espera ahí -dice- que el desnivel hacia el río ya no es lo que era.
que el desnivel, cuando él podía bajarlo, era menos desnivel.
La niña que es una lianta que es un tormento una niña tremenda
se lanza despendolada hacia el camino de piedras que cruza el río.
La toalla de estrellitas se la pone de capa y baila aserejé sacudiendo las manos.
La madre de la madre separa de un tirón el culo del periódico
y avanza colorada señalando a la niña
que la detengan, dice
que se nos va río abajo la niña la lianta la tremenda.
Y la madre que mira a la madre que es su madre
y le dice que no sufra.
Que este río no arrastra.
Que es un río como de cuento
de juguete, dice.
Si me preguntas qué momento elijo de mi vida que la explique
elijo este.
Esto es lo único importante que he venido a hacer aquí (a este mundo):
ser testigo de esta escandalosa simultaneidad de tiempos y de espacios
de este río como de cuento
de esta revelación.
9
FINAL
Lo contrario de una persona que se rebela es una persona que se conforma.
Una persona que se rebela no es necesariamente una buena persona.
Cualquier persona está en desacuerdo con algo en algún momento de su existencia.
Eso justifica que no existen personas que siempre se conformen.
Como tampoco existen personas que sólo se rebelen.
Existen personas rebeldes que se conforman con su rebelión
Y existen personas conformistas que se rebelan contra su conformismo.
Por eso la lógica no tiene demasiado sentido (y menos cuando te la inventas)
El único sentido lógico es el sentido revertido: la contradicción.